Producto de la prolífica labor discográfica del pianista, cada una de las frecuentes visitas de Adrián Iaies a la ciudad está vinculada con la presentación de su obra más reciente. El concierto que esta noche brindará en el Centro Cultural Parque de España romperá la tendencia, aunque no precisamente por la ausencia de novedades. Es que, de hecho, Melancolía --la placa que desde las 21.30 recorrerá en la sala de Sarmiento y el río-- no es precisamente su último lanzamiento: a un mes de haberlo registrado, en enero de este año le dio forma además a Conversaciones desde el arrabal amargo, trabajo que grabó en vivo junto a Horacio Fumero.

Puesto al tanto de esa situación, el pianista apunta entre risas: "Es un problema mío, no doy tiempo, soy bravo". Lo cierto es que la actualidad lo encuentra más vinculado con Melancolía, la placa que hoy recorrerá junto a Pepi Taveira en batería, el contrabajista Ezequiel Dutil y el trompetista Mariano Loiácono, que con su participación terminó de consolidar un formato de cuarteto que, en la fructífera trayectoria de Iaies, resulta novedoso. "Es muy difícil hablar de uno desde un lugar objetivo, pero creo que claramente el cuarteto es la novedad --reconoce Iaies--. Es una novedad en el sentido de que me obliga a un trabajo diferente. Me saca de un lugar que para mí es muy confortable, y al cual de todos modos pienso volver, que es el del trío. El trío es como el hogar de un pianista, es el lugar al que un pianista de jazz vuelve siempre. Esta formación de cuarteto para mí es un desafío, aunque de todas manera no surgió como un desafío, sino simplemente porque Mariano empezó a venir invitado con el grupo y un día me encontré con que tenía un socio ideal para llevar adelante el grupo".

En ese sentido, la relación entre el pianista y Loiácono ha ido creciendo sostenidamente a lo largo de diversas colaboraciones. Para Iaies, el joven trompetista cordobés "es uno de los músicos jóvenes más interesantes que hay, por lejos, hoy por hoy; es de los más profesionales, más serios, estudioso". "Además entendió de entrada, sin necesidad de hablar demasiado, cuál es el mood que pretendo para mi música --remarca el pianista--. No quería que mi música cambie la dinámica que tiene, que es esta idea de siempre apostar a tocar menos antes que más, a tratar de ser austero, equilibrado. Mariano me da todo éso, además me agrega el color de su instrumento, y es un gran improvisador".

- La responsabilidad que Loiácono asume es importante ya que, como todo trompetista, cumple un rol eminentemente melódico. En ese sentido es difícil entrar en una misma sintonía, el mood al que hace referencia, desde lo melódico.

- Es que justamente la idea es que estamos como asociados. En vivo la melodía va pasando rápidamente de mano en mano. Además me parece que es un tipo que está preparado para éso. Y esto no es la situación típica de trío+uno. Mariano está muy metido en los arreglos, realmente es una cuarta parte del grupo.

- En relación a la austeridad que mencionaba, esta idea de utilizar al silencio como una herramienta, de no sobrecargar con notas, es algo que a muchos músicos les llega con el tiempo. Si bien ya tenés una discografía nutrida, llegás a esa búsqueda de la austeridad siendo aún un músico joven...

- Lo que pasa es que, en mi caso, no es algo que yo sienta que tiene que ver con la edad. Más allá de lo que la edad te enseña y te da de experiencia, siempre tuve un poco esa línea. La música que siempre escuché va por ese lado. Y no sólo por el lado del silencio, porque el silencio en sí no significa nada, sino más bien la idea del juego entre la música y el silencio. Y la idea no sólo de tocar menos, sino tocar menos pero lo que hay que tocar. Ir como al núcleo del asunto.

Conformado por cinco obras propias de Iaies, por una sorprendente versión del "Himno a Sarmiento", y por los tangos "Fuimos" y "Desde el alma", Melancolía abre y cierra con temas de Billy Strayhorn ("A flower is a lovesome thing" y "Lotus blossom"), de quien se incluye además "Upper Manhattan Medical Group". "Si tuviese que definir la música de Strayhorn, adjetivarla, mis primeros dos adjetivos tienen que ver con la elegancia y la sofisticación, por un lado, y con la melancolía por otro. Es una música que a mí, desde siempre, me suena melancólica. De alguna manera esa era la idea de que Strayhorn estuviera tan presente en este disco. Me parece que ayuda a reforzar un concepto", explica Iaies, que con este disco explicita una faceta personal que reconoce como distintiva: "La melancolía es una característica mía. Es como un dato de mi personalidad que ni siquiera ha venido con el tiempo. Tengo como una facilidad para la melancolía".