Domingo, 3 de febrero de 2013 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › ENTREVISTA A MARIO VERANDI, ESPECIALISTA EN MúSICA ELECTROACúSTICA
Tras descubrir a Stockhausen durante sus estudios en la UNR, el compositor rosarino comenzó a trabajar con medios electroacústicos en Barcelona. Su interés por la experimentación lo ha acercado también a la interacción con lo visual.
Por Marisol Gentile
La música electroacústica constituye un género bastante particular, siendo una estética no muy bien entendida incluso por muchos profesionales. Música electroacústica académica engloba a las obras que son generadas mediante aparatos electrónicos o mediante una combinación de éstos con instrumentos acústicos. Así, los primeros desarrollos están asociados a la actividad de compositores que trabajaron en Estudios como el Groupe de Recherches Musicales en París, el Nordwestdeutscher Rundfunk en Colonia y el ColumbiaPrinceton Electronic Music Center en Nueva York, entre otros. En este terreno, un verdadero especialista es Mario Verandi, músico rosarino que hace más de tres décadas emprendió un viaje de estudio y perfeccionamiento en composición electroacústica en las ciudades europeas de Barcelona, Londres y Berlín.
"En el año 2000 terminé en Londres mi doctorado en composición electroacústica y solicité una beca de residencia en la DAAD (Servicio alemán de intercambio cultural). Unos meses más tarde me llega la invitación para participar del programa de artistas en residencia en Berlín. Fue realmente una gran alegría porque lo sentía como un reconocimiento a mi trabajo. Cada año se reciben más de 500 solicitudes de todo el mundo y se seleccionan entre 18 o 20 artistas de diferentes expresiones artísticas. Por este programa pasaron compositores como Berio, Cage y Feldman, entre muchos otros", relata el músico abriendo así su entrevista con Rosario/12.
Pregunta de rigor es cómo surge su vocación por el estudio y dedicación a este tipo de música. "Durante mis estudios en la Escuela de Música de la Universidad Nacional de Rosario había escuchado algunas obras electrónicas de Stockhausen que me interesaron mucho --cuenta--. Pero fue realmente en el estudio Phonos de Barcelona donde comencé a experimentar con medios electroacústicos. Allí también descubrí a Pierre Schaeffer y la música concreta, que hasta hoy es una de las influencias más profundas en mi trabajo. El hecho de poder atrapar cualquier tipo de sonido y luego trabajarlo en un contexto musical me atrajo totalmente. Luego, claro está, vinieron muchas otras influencias, así como una diversificación y expansión de los conceptos de la música concreta, que se traduce en nuevos contextos de presentación de mis trabajos".
Actualmente, ya radicado en Berlín, a posterior de una experiencia de dos años como profesor en el departamento de musicología de la Universidad Libre de esa ciudad alemana, trabaja como compositor y artista sonoro independiente, y junto con charlas y presentaciones sobre sus trabajos es docente en talleres y produce instalaciones sonoras, obras audiovisuales y electrónica en vivo. "Mi llegada Berlín fue de alguna manera privilegiada, ya que llegaba a través de una beca de mucho prestigio en Alemania. Allí también empecé a incursionar en áreas que antes conocía sólo teóricamente, como las instalaciones sonoras, performances audiovisuales y arte radiofónico", comenta.
- ¿Cómo se vive haciendo este tipo de música en ese país?
- En Alemania existen todavía muchas posibilidades de trabajar y mostrar trabajos de música contemporánea y experimental. Hay una gran cantidad de festivales y gente interesada en ésto. Para poder vivir también se dictan clases, pero son pocas horas de trabajo y se combinan con encargos, becas y residencias. Existe además un circuito europeo de festivales, asociaciones y público para este tipo de música que hace posible, al menos por el momento, tener suficientes estímulos para seguir creando.
- ¿De quién es la responsabilidad de poder acercar la música contemporánea a un público masivo?
- La problemática "música contemporánea vs. público" es compleja, ya que depende de muchos factores, como del lugar, historia y situación social. También hay que asumir que gran parte de la llamada música contemporánea contiene un gran porcentaje de experimentación, y esto naturalmente produce resultados desparejos que pueden ser difíciles de asimilar para el público en general. En países como Alemania, la gran mayoría de los festivales tienen siempre mucho público, pero creo que nunca será una música masiva. En mi opinión, si hay una buena y amplia educación musical ya desde la escuela primaria, ayudaría sin dudas a descubrir y entender las diferentes posibilidades de la expresión sonora.
Así, y en su rol de creador, a Mario Verandi le interesa principalmente el trabajo con el sonido: mediante el uso de sonoridades provenientes de instrumentos, objetos y lugares, le interesa descubrir nuevos timbres, combinaciones, transformaciones y maneras de percibir y entender el fenómeno sonoro y su relación con el espacio. "En mis últimos trabajos también hay mucho de visual, en el sentido de explorar la interacción entre lo sonoro y lo visual", dice.
Con un 2013 cargado de proyectos --que incluyen performances audiovisuales en Berlín, Augsburg, Reims y Paris--, Verandi hace mención a la diversidad de estéticas que existen actualmente, a las que apoya.
"Naturalmente hay estéticas que me atraen más que otras. En todo caso, me interesa sobre todo el conocer artistas que hacen cosas totalmente diferentes a lo que yo hago", concluye.
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