Aún sin haberse estrenado en nuestra ciudad algunos films que están desde hace semanas en la cartelera porteña, como lo son la última versión de Anna Karenina, Magic Mike de Steven Soderbergh e igualmente, entre tantas otras, Y si vivimos todos juntos, comedia dramática francesa que reúne a Geraldine Chaplin, Pierre Richard y Jane Fonda; las posibilidades de esta semana a nivel de estrenos confirman una vez más que para los cines del interior, y más aún cuando se tratan de los llamados fines de semanas largos, están decididamente determinadas y selladas por la gran industria. Acérquese por un instante el lector, consulte la cartelera y observe cómo esta semana han aterrizado las repetidas figuras, algunas ya torpemente recicladas, de los grandes estudios. Y entre ellos, Bruce Willis, Dwayne Johnson (quien ha merecido en un matutino local, en la edición del sábado, la doble página central) y numerosas salas, muchas más de las ya existentes, para Jack, el cazagigantes, Los Croods...

Afortunadamente, si bien la respuesta de los públicos no es la esperada, están las otras salas. Y vemos igualmente que hay algunos films que sin pasar por los cines, por tiránicas decisiones de los financistas, merecen ser recomendados. Y al revisar la programación que se anuncia en algunos canales, nos esperan algunos títulos de esos que, también, por decisión de algún mandamás, en nuestro país no conocieron sala alguna.

A las 18 de hoy en la sala Madre Cabrini se podrá ver un film de uno de los realizadores más independientes del cine estadounidense de aquellos primeros años 60: John Cassavetes. Y el tan recomendado film en cuestión, Angeles sin paraíso, reúne a dos grandes actores: Judy Garland y Burt Lancaster. En este film del 63, en el que actúa la esposa del realizador Gena Rowlands, se juegan situaciones dramáticas que se plantean en el espacio de un centro de niños discapacitados en el que entran en tensión diferentes puntos de vista. Este fue el primer film en Estados Unidos que abordó esta problemática y se basó en un guión para la televisión de Abby Mann.

A su término la comedia italiana entra en escena. Así, a las 20.30 uno de los nombres fundacionales del Neorrealismo, Vittorio de Sica, en condición de actor, junto a Alberto Sordi --para los italianos que lo amaban y esperaban siempre su próximo film y a quien Ettore Scola dedica su última gran creación, Gente di Roma-- protagoniza en 1957 (bajo la dirección de Giorgio Bianchi) El Conde Max, film remake del ya dirigido por Mario Camerini, en el que el mismo De Sica cumplía el rol que ahora asume Sordi.

Historia de juegos de cambios de identidades, en el sueño del pasaje de una clase social a otra, en el que Sordi desempeña sus artes del grotesco y De Sica su refinada y sofisticada elegancia, El Conde Max mereció una nueva remake, en 1991, por parte de Christian De Sica, el hijo del director de Ladrones de bicicletas y Matrimonio a la italiana. En el reparto encontramos a su propia madre, María Mercader, acompañada por Ornella Muti, Anita Exberg y Galeazzo Benti.

Pero para los que elegen permanecer en su domicilio, una de las posibilidades es la que brinda este tan admirado canal que es Europa, Europa. Y es que a las 22 se podrá ver un film que como señalábamos conoció sala en nuestro país; sí, la pieza teatral en la que se apoya, Bent, que se representó durante una temporada en el circuito de off﷓Corrientes. Sobre la pieza teatral de mediados de los 70 de Martin Sherman, su realizador presentó este film en Cannes en 1997, obteniendo un gran reconocimiento en una de las muestras de este Festival. De esta manera, Sean Mathias, con su primer largometraje como director, abordaba una temática inusual en el espacio del cine, en el marco del Holocausto nazi: la que se refiere a la persecución y vejación padecida por los homosexuales.

En Bent, vocablo que en inglés se refiere despectivamente al gay por su condición de "torcido", Clive Owen es Max, un joven atraído, en los años del nazismo, por un mundo de frivolidades, que mantiene relaciones íntimas con jerarcas. Al ser acusado de un crimen, trata de cambiar primero su identidad judía y de forma inmediata negar su condición homosexual, mientras es trasladado junto a miles de prisioneros, en condiciones infrahumanas, a Dachau.

Ya en el campo, conocerá a quien lleva orgulloso su estrella rosa, rol que compone un sublime actor, Lothaire Bluteau. Y junto a él, encontramos entre otros (en este imperdible film que cuenta con la banda sonora de Philip Glass) a Ian McKellen, Jude Law, Rachel Weisz, Paul Bettany y Mick Jagger, en un doble rol, audaz y sorprendente. Pese a que la crítica fue unánime respecto de sus valores, en todos sus niveles y registros, Bent sólo se estrenó en espacio de salas en Grecia, Japón, Suecia, Estados Unidos, Brasil y Alemania.

Mientras tanto, entre algunos títulos que no pasaron por los cines, y de esos que deseamos fervientemente recomendar, está A Better Life -﷓Una vida mejor--, film que nos lleva a revivir momentos del Neorrealismo y de algunos docudramas y que, pese a que su actor Demian Bichir estuvo nominado en la categoría de "mejor actor principal" en la edición de los Oscars 2011, no despertó interés alguno entre los distribuidores.

Presente está aquí, desde el guión y la dirección de Chris Weitz, el tema de los inmigrantes, en la figura de este padre mejicano que lucha por brindarle a su hijo aquello que él no pudo tener. En ese mundo de promesas, en el que el extranjero y los diferentes parecieran no tener lugar, allí están ellos como tantos otros, tratando de encontrar su propio lugar sin renunciar a su identidad.