Como en cada una de las charlas sostenidas con motivo del estreno de los discos de Las Pelotas en Rosario, la entrevista con Germán Daffunchio gira en torno a un concepto: la honestidad. "O sea que estamos monotemáticos", ríe el cantante y guitarrista del grupo al ponerse al tanto de la revisión histórica: tanto para el estreno de Basta (en 2007) como en el anticipo del lanzamiento de Despierta (disco que publicaron en 2009 y presentaron aquí en septiembre de 2010), los encuentros entre Daffunchio y Rosario/12 terminaron focalizándose en esa característica ya indeleble del grupo que, ante todo, ha sabido responder a sus demandas internas. Cerca de las nubes, el disco que a las 21 presentarán en el flamante Club Brown (ver aparte), es una nueva demostración de su coherente honestidad.

Una honestidad que hizo de Cerca de las nubes un disco atípico para las fórmulas del mercado. Como rescatando la lógica del vinilo, sus doce canciones parecen desdoblarse en dos caras. En la primera mitad, la introspección, la calma y un elaborado entramado de arreglos marcan el pulso, mientras que los seis temas restantes se instalan en ese terreno de potencia y visceralidad que es también distintivo del grupo. Según admite el cantante y guitarrista ese orden fue deliberado, consecuencia de "una historia netamente emocional". "Generalmente en los discos se ponen los temas poderosos, o los grandes hits, al principio -analiza Daffunchio-. Para nosotros fue complicado hacer la lista porque todos los temas nos gustan mucho, pero la armamos como una lista emocional, pensando en el tipo que sale a la ruta en el kilómetro cero y en el 125 le vas cambiando ya los paisajes".

La natural convivencia de climas contrapuestos tampoco debería sorprender, ya que es ésa otra característica reiterada en la historia de Las Pelotas. "En realidad creo que tenemos distintos estilos adentro de nuestra sangre --explica el cantante--. Tenemos la parte oscura, que es muy oscura. La oscuridad, el pesimismo, siempre están. Con distintas formas y búsquedas para decirlo. Este quizás es un disco más introspectivo, más para adentro. Ante lo que tiene uno que enfrentar (a la vida, a esta sociedad, este sistema) no es que uno se va ablandando, porque tengo las mismas sensaciones y furias que siempre, pero lo que pasa es que también hay algo cierto: cuando te peleás con alguien y le decís las cosas a los gritos te entienden de una manera, pero si se lo decís pausadamente te entienden mejor. Es un poco éso".

- En esa línea, el cierre del disco con "Que sea" ("Que venga lo que quiera/que sea así") es casi una declaración de principios.

- Claro, es enfrentar a la vida. Es una especie de declaración, sí, y el último tema del disco tenía que ser ése. Fue a propósito, porque es una declaración. Soy un convencido de que en la vida es mucho más fácil criticar, decir 'este es un boludo por ésto, un hijo de puta por aquello'. Pero la reacción de uno mismo, ser consecuente con uno mismo, es lo más difícil. Si querés ser músico, tenés que jugarte y hacerte cargo de tu decisión de vida. Lo más fácil es tener un sueldo seguro. Después está el miedo a hacer, a desarrollar la vida como uno quiere.

Si del qué dirán se trata, recorrer los comentarios post edición de Cerca de las nubes dan un panorama del desconcierto que el disco generó en algunos escuchas poco habituados a la sinceridad del grupo. Y si bien no deben ser tomados como parámetros, los análisis ciberestupidizados que suceden a las críticas de prensa sí dejan algo en claro: a toda banda clásica --y Las Pelotas es una de ellas-- le recae una exigencia, en un amplio espectro que puede ir desde la obligación de innovar hasta la de mantenerse impoluta a cambio alguno (con todos los matices del caso, claro).

Alejados del qué dirán, Daffunchio, Gabriela Martínez, Tomás Sussman, Gustavo Jove, Sebastián Schachtel y Alejandro Gómez continúan creando discos que responden a los tiempos y momentos propios del grupo. "Nunca pensamos si estamos haciendo un disco masivo o si va a tener éxito, pero para mí este es un discazo --admite Daffunchio sobre el material que, desde hace una semana, ya es disco de oro--. Creo que si como artista hacés lo que la gente quiere te traicionás. Nosotros siempre hemos sido fieles a las cosas que creemos. Nunca hemos hecho discos tratando de ser complacientes. Buscamos arte, que es una palabra peligrosa, pero realmente la intención es que la gente ponga el disco y viaje. Es un poco éso. Eso un poco es el arte, lo que te genera un cuadro cuando lo mirás. Nosotros seguimos vivos, y seguimos haciendo discos. A partir de Esperando el milagro, y de 'Será' que fue un hit gigante, empezaron a decirnos que habíamos transado. Los hechos demostraron que seguimos siendo los mismos. No cambiamos para nada. Lo que buscamos, desde un punto de vista, es hacer música lo mejor que podemos".