"Fue un momento maravilloso, fue cálido, no hubo nada formal ni impostado. A partir de las palabras que dijeron mis compañeros, mis amigos, la gente misma del Concejo, se dio un momento muy familiar, muy intimista". Transcurridas apenas unas horas desde el acto en el que se lo reconoció como Profesor Distinguido de Rosario, Emilio Bellon todavía rescataba la emoción que impregnó a la ceremonia realizada ayer, pasadas las 11, en el Concejo Municipal de Rosario.

Impulsada por Oscar Greppi, presidente del bloque Coalición Cívica-Ari, la iniciativa tuvo como objetivo homenajearlo "en mérito a su invalorable aporte a la educación y a la formación ética de los rosarinos". En su exposición, el concejal afirmó: "Docentes como Emilio no sólo educan con sus valores y ejemplo, sino que, además, son agentes fundamentales en la defensa de la educación pública, a la que muchos de nosotros le debemos lo que somos. Lo que hacemos hoy es sólo agradecer con justicia el aporte de este gran docente a la educación de Rosario".

Acompañado en el palco de honor por su hermana Hilda Inés, su tía Eva Massobrio y los profesores Marcelo Britos, Teresa Bertania, Magdalena Aliau y Claudio López (quien habló además en representación del rector de la UNR, Darío Maiorana), Bellon escuchó las palabras de sus pares --que resaltaron sus valores humanos, su ética, su defensa por la educación pública, su amor el cine y por la Unión Cívica Radical-- y, tras recibir el diploma y las plaquetas distintivas, aseguró: "Si uno está aquí hoy es a partir de las voces que me habitan. Agradezco a mis maestros, de haber tenido una adolescencia en aquellos años en que gobernaba este país Arturo Illia, momento en que la ética circulaba como una atmósfera que formaba parte de la vida cotidiana".

"Cuando uno atrapa una vocación elige una forma de vida y yo tuve la dicha de elegir una que me identifica y que me hace posible verme en el espejo con mi forma de ser y hacer --manifestó--. La vocación no debe estar despolitizada ni vivirse como algo ajeno a la lucha para lograr todo aquello que le ha sido arrebatado. Sí tiene que ver con esa lucha, con ese amor que uno elige como forma de existencia. Uno a partir de lo que hace celebra la vida. ¿Cómo no ser feliz apostando a lo que uno eligió como forma de vida?".

Rodeado de muchos de los que lo acompañaron en el acto, y atravesado todavía por la emoción, Emilio reflejó más tarde sus sensaciones post distinción: "Me costó llegar a este momento. Hasta el día de hoy estoy en un estado de ensoñación. Es una emoción muy grande, te atraviesan muchas cosas de la vida, momentos, cosas que tienen que ver con uno mismo, con una trayectoria de vida, con gente que ya no está. Esto lo siento además como algo que comparto con tantos otros que lo merecen".