Con un peso histórico de valía, en su décima edición el Festival 404 profundizará sus lazos con el futuro. Sosteniendo siempre su eje en el arte y la tecnología, el encuentro que impulsa Gina Valenti se desarrollará este año en el Espacio Cultural Universitario, donde a la visita del público general sumará la participación de distintas delegaciones escolares. Y donde, en el marco del simbólico aniversario, instalará como eje inspirador un concepto: el de resetear el arte.

"Este festival es sin dudas el desafío más grande hasta el momento", apunta a Rosario/12 Gina Valenti, creadora del encuentro que este año se desarrollará entre el miércoles 28 y sábado 31 en el imponente edificio de San Martín 750. "La sede tiene una espectacularidad muy grande, y éso también es un desafío ﷓reconoce la organizadora﷓﷓. Además, los artistas traen obras de una complejidad importante. Esto va a ser una locura, porque todas las obras tienen características que representan los diez años del festival, están representadas todas las técnicas".

La lista de participantes que formarán parte de esta edición está conformada por artistas provenientes de Alemania, Canadá, China, Colombia, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Inglaterra, Japón, Kazajistán, Rusia, Taiwán y Argentina. Desde sus respectivas creaciones, todos ellos conectan de algún modo con el concepto inspirador de esta edición aniversario. "La brevedad de nuestro paso por la historia es proporcional a la calidad coreográfica con la que nos desplazamos en el tiempo. Inventamos un sistema operativo para luego reemplazarlo por otro. A cada reemplazo exitoso lo llamamos vanguardia y es cuando se transforma en otra cosa, justo antes de cumplir con su promesa. ¿Cuándo el Arte dejó de cuestionar al sistema? ¿Cuándo dejó de interpretarlo para aceptarlo si su capacidad consiste en excederlo? Si el Arte funciona como un sistema operativo debe ser tratado como tal. Entonces: RESET ART", plantea el texto﷓guía que Valenti ofrece en la página oficial del 404 (www.404festival.com), donde además pueden consultarse el cronograma de actividades y repasar las características de cada una de las obras.

Entre ellas, se destacan trabajos como "Máquinas histéricas", instalación robótica del canadiense Bill Vorn donde las creaciones reaccionan ante la presencia de los espectadores, el trampolín interactivo "Un salto en la oscuridad" de Haylee Bolinger, la instalación "Cubie" del japonés Sadam Fujioka y la reversión de una de las propuestas más celebradas de la edición anterior: "¿Bailamos, Rosario?". "A partir de la obra 'Shangai, ¿bailamos?', Hsin Chien propuso reeditarla a partir de una producción de fotografía de Lucas Casatti, que registró imágenes de edificios característicos de la ciudad", detalla Valenti.

La revisión permitirá ahora bailar frente a una pantalla y ver cómo algunos de esos edificios replican el movimiento, en una propuesta que entusiasma al propio creador del dispositivo artístico﷓tecnológico: "Cuando visité Rosario durante el 404 Festival 2012 este concepto pareció adaptarse perfectamente a la cultura latina. La música y el baile son parte de la vida de las personas en Rosario. A partir de ese momento, la imagen de edificios danzando al compás del tango ocupó mi mente. Entonces utilicé los edificios rosarinos y realicé una versión para esta ciudad fascinante. Para mí será hipnotizante ver a los gigantes edificios de Rosario bailar al compás de la melodía imaginaria de un tango de Piazolla".

Otra de las sorpresas de este año tendrá protagonismo en la propia apertura. Programado para el miércoles a las 19.30, el acto de lanzamiento estará encabezado por Gina Valenti, que estará acompañada por Renti, holograma animado de sí misma que renació de la papelera de reciclaje. "Es una idea mía que viene del 2004, y que recupero para esta décima edición. La de Renti es un poco la historia de todos. Ella vive en la papelera de reciclaje de la computadora pero no se puede borrar, entonces se queda rodeada de archivos que van siendo borrados y construye una idea de mundo con esos archivos. Todos venimos al mundo y empezamos a construir nuestras verdades, a revelar nuestros misterios a partir de las situaciones y objetos que nos rodean. Se corre el limite de la realidad y la construcción. Ella es una constructora. Y sabe mejor que nadie todo lo que quedó del 404", anticipa la creadora de un festival que se reconstruye año a año, y que sigue apostando a futuro.