CULTURA / ESPECTáCULOS › "VISITA GUIADA A LA VIDA DE BELGRANO"
O cómo bajarlo del bronce
Un recorrido teatral en cercanías del
Monumento a la Bandera, se desarrolla en
vísperas de la conmemoración del 20 de junio.
› Por Fernanda González Cortiñas
El comienzo del recorrido puede ser cualquiera, ya que las conclusiones son casi siempre las mismas. Manuel Belgrano era, antes que todo y más que nada, un hombre. Con pasiones y debilidades. Con coraje pero también con miedos. Un señor con ideas claras, pero siempre dispuesto a modificarlas, si los hechos demostraban su futilidad; un abogado, militar y estadista que pasaría a los anales de la historia argentina por ser, por sobre otras hazañas, el creador de la enseña patria.
Bajarlo de las estatuas, sacarlo de los libros de historia. Esa fue la idea que movió a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad al pergeñar esta "Visita guiada a la vida de Belgrano", un recorrido teatral que en cercanías del Monumento a la Bandera, se desarrolla desde hace algunos años, en vísperas de la conmemoración del 20 de junio.
"¿La bandera era así de larga al principio?", pregunta en voz baja una nena de unos once años a su "seño" que mira concentrada la escena que tiene lugar en escenario central del Monumento. Allí, mientras Vanina Rial -convertida en Doña Catalina Echavarría de Vidal- sugiere la combinaciones más elegantes para la futura bandera, Naum Krass y Quico Saggini discuten cuestiones de Estado. Krass es el encargado de encarnar a un Belgrano recientemente degradado, de brigadier general al coronel. Saggini es Rivadavia. En un sulfurado intercambio epistolar uno refuta las directivas del Triunvirato mientras el otro intenta meter en cintura a su ingobernable delegado en las costas. A modo de narrador, Cosme Maciel (Daniel Covacevich) aporta datos que enmarcan el contexto de una discusión clave para entender los tiempos que vendrían.
"¡Qué hermosa casa tenía Belgrano!", le comenta Luz a su amiga, que entre risas le acota: "No bruta, este es el Concejo". La segunda parada -obviamente no se trata de un recorrido cronológico- es "Solo quiero morir en casa. 20 de Junio de 1920. El último viaje". Enfermo de paludismo y sífilis, entre otros males, Belgrano muere en su casa junto a su hermana Juana. El fantasma de la muerte lo persigue desde hace mucho tiempo, y él se resiste a morir sin ver completada su misión patriótica. "¡Qué bueno loco! ¿Viste? Parecía que eso estaba pasando ahí mismo, en ese momento", dice Emanuel, un chiquito de sexto, al salir del hall del Concejo, todavía impresionado por la actuación de Gustavo Guirado.
Bajo el Pasaje Juramento, Matías Martínez, Gachy Roldán, Paula Ominetti, Sergio Escobar y Martín Fumiato le dan vida a "¿Quién es ese doctorcito? (El joven Belgrano)", la escena que distiende el recorrido. Los chicos se ríen con los comentarios socarrones de la aristocracia porteña que se mofa de las ideas Belgrano, que sobre fines de 1700 acaba de llegar de Europa imbuido del pensamiento de vanguardia. "¿Qué, antes había escuelas para chicos y para chicas? ¡Buenísimo!", dice Nahuel y se liga un empujón de las chicas de atrás.
Cruzando Santa Fe, en un terreno baldío, David Edery y Pipo Fernández, son Belgrano y Lamadrid, en un campamento en el Norte, luego del éxodo jujeño. El peso de las derrotas y la indiferencia lo agobian. Esta vez es la maestra, que mientras aplaude emocionada, comenta en voz alta: "¡Qué bárbaro, que buenos actores! ¿Quién quiere ser actor? Y unas diez o doce manitos se adivinan en lo que ya es noche cerrada.
En el final de recorrido, más de un centenar de rosarinos, no actores, le ponen el cuerpo a la escena "Al sur, todos al sur. El éxodo jujeño". Con la voz en off de Edery, se narra el largo camino de los jujeños que abandonan su tierra, incapaces de enfrentar la invasión realista.
A pesar de la llovizna helada, unas quinientas personas se aprietan frente al propileo para aplaudir a los actores, profesionales y no profesionales, que soportando la inclemencia de junio hoy y mañana continuarán dándole vida a estas escenas de la vida de Belgrano.
Ya de salida, un señor mayor le pregunta a su nieto, un nene de unos cinco o seis años, con los cachetes paspados y la nariz brillante de frío: "¿te gustó Martín?". "Ahí, me gustó mucho abuelo... y entendí todo, de quien era El Grano y de la bandera y todo", dice Martín en una clara indirecta a su abuela, que segundos antes se había lamentado por el frío y porque seguro "los chicos no habían entendido nada".
("Visita guiada a la vida de Belgrano", una creación de Cristián Marchesi y Chiqui González, se repite hoy y mañana en dos funciones, a las 18 y a las 20).