Desde ayer, en la localidad neuquina de San Martín de los Andes se está realizando el Tercer Encuentro de Orquestas Infantiles. Dentro de las cuatro agrupaciones que participan, una de ellas es rosarina: la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil El Triángulo, que bajo la dirección de Evangelina Gaido está experimentando tres días intensos de ensayos y talleres matinales, conciertos vespertinos y un concierto final que ocurrirá mañana, como cierre.

"Nos han invitado por segunda vez y el año pasado no pudimos ir, ya que la invitación cubre alojamiento y comida pero no los gastos de traslado --explica la directora--. Este año lanzamos la campaña El Kilómetro 'Tu ayuda nos acerca un kilómetro a cumplir nuestro sueño', que consistió en que cada persona que nos compraba un bono nos acercaba un kilómetro hacia el encuentro de orquestas. La gente nos acompañó y nos dio mucha fuerza; además recibimos muchas donaciones", cuenta.

En el año 2004, gracias a la inquietud de un grupo de docentes, padres, alumnos, movimientos culturales, organizaciones sociales y una escuela, la Orquesta El Triángulo nació en el barrio rosarino que le dio su nombre. Los objetivos de este proyecto se centran en que los niños estén haciendo música y no en las esquinas, que sean protagonistas de un suceso colectivo, permanezcan en la escuela y tengan la oportunidad de integrarse socialmente, apelando a un futuro mejor. Actualmente, de la orquesta participan cien niños, 13 docentes y una comisión de diez papás. "Sus integrantes aprenden a tocar violín, viola, cello, contrabajo, flauta traversa, clarinete, trompeta, trombón y corno. También asisten a clases de lenguaje musical y de cámara. Además, por un convenio establecido con el Instituto Superior de Danzas Isabel Taboga, tienen clases de expresión corporal, que los ayuda con el trabajo corporal que requiere el tocar un instrumento", detalla la directora.

Y si bien este proyecto pertenece al Programa Nacional de Orquestas y Coros por el Bicentenario y está coordinado por el Ministerio de Educación de Santa Fe, nunca los fondos son suficientes para sustentar un organismo de tales dimensiones, que afortunadamente crece en paralelo con el desarrollo de sus mismos integrantes. "Por esto es que la Orquesta cuenta con una comisión de padres y hermanos mayores que se encarga de las tareas de organización, y a la vez promueve la generación de recursos económicos para solventar los gastos de funcionamiento", explica Gaido.

Y continúa: "La Orquesta también genera en los vecinos, comerciantes e instituciones del barrio una valoración importante, ya que con su apoyo han tomado en sus manos la idea de una juventud distinta en el barrio y de una escuela de puertas abiertas. A nueve años de su inicio, existen más de 200 niños en lista de espera para ingresar. La Orquesta está de pie, con más fuerza que nunca, y sostiene el compromiso inquebrantable con el barrio".

- ¿Cómo surge la dirección de esta orquesta?

- Siendo docente en el barrio El Triángulo veía la necesidad de formar un proyecto a largo plazo, que contuviera a los niños y jóvenes y les diera la posibilidad de que no estén en las esquinas y en los cibers, que siguieran estudiando y fueran protagonistas de algo colectivo... Nos contactamos con todos los estamentos del Estado para llevar a cabo una orquesta de instrumentos autóctonos y una sinfónica. Luego de un año de gestiones, logramos en el 2004 conseguir los instrumentos para la orquesta sinfónica. Primeramente hubo una directora y yo fui la docente de lenguaje musical. Al renunciar la directora en el 2005, yo tomé la dirección. La tarea de la dirección de orquesta en proyectos sociales requiere, a veces, no del gesto perfecto, sino de la templanza, el carisma en el ensayo, el modo de transmitir ideas... porque son niños, no son adultos ni profesionales. Por otra parte, si bien el director es importante (porque estamos acostumbrados a la mirada verticalista de las instituciones) también es necesario, de a poco, transformar la práctica en horizontal, donde cada uno y desde su lugar aporte a una construcción colectiva.

- ¿Qué dificultades y qué aciertos atravesó la Orquesta?

- Nuestras dificultades fueron infinitas. La orquesta se llama El Triángulo por el barrio y por el instrumento musical, pero también por como surgió, "de abajo para arriba". Todo a fuerza del trabajo de docentes, profes y papás. Estamos muy orgullosos de haber logrado estar en el Programa de Orquestas y Coros por el Bicentenario, ya que eso garantiza la continuidad del proyecto. Los aciertos fueron, entre otros, el poder consensuar la heterogeneidad de los grupos de aprendizaje, y organizarlos para que en poco tiempo todos los chicos tocaran. A nueve años de haber comenzado, vemos niños que van a estudiar música a las instituciones formales. Tenemos un convenio con la Fundación Fonbec que les consigue padrinos para ayudarlos en sus estudios, y tenemos nueve becados. Creemos que vamos cumpliendo los objetivos. Y vamos por más. El sueño de todos los papás es que, en un futuro, haya una escuela de música en el barrio.

- ¿Cuáles fueron los mejores momentos en la historia de la Orquesta?

- El quinto aniversario marcó un antes y un después. Somos la orquesta más antigua de Rosario, pero por muchos factores y fundamentalmente porque siempre tuvimos una estructura muy pequeña no nos conocía la gente. Cuando cumplimos cinco años, filmamos un spot para Fútbol para todos, hicimos un concierto aniversario al que fueron grandes figuras y participamos de algunos eventos. Todo eso nos dio a la luz. El año próximo, que cumplimos diez años, tiraremos la casa por la ventana. En ese marco quisiera destacar el enorme apoyo de los vecinos, quienes se organizan para cuidarnos a la salida de las clases por las cuestiones de inseguridad. También quiero destacar el rol de la Escuela Nº 518 donde funcionamos, quienes se arriesgaron cuando comenzamos, porque no estaba muy claro en el sistema educativo el delicado tema de la responsabilidad civil. Confiaron en mí y en toda la orquesta, y eso nos permitió ser, verdaderamente, una escuela de puertas abiertas a la comunidad.