Pablo Romano ha enviado un número de siete cifras. A la hora señalada, la cronista lo marca en su teléfono y oprime la tecla verde. La experiencia es un hecho estético: la voz que dice que espere, los pasos lentos, un perro ladrando a lo lejos; en ese minuto que le lleva al entrevistado llegar hasta el tubo, la cronista puede oír el espacio de la casa, las distancias entre sus seres, el tiempo del domingo. "Estamos muy contaminados por lo visual -﷓reflexiona Romano en un momento de la entrevista--. Y no tenemos conciencia de hasta dónde influyen en nuestra subjetividad cotidiana los 'paisajes' sonoros".

Paisajes sonoros y visuales se titula la muestra multimedia de arte experimental que con curaduría de Pablo Romano y producción del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa se inauguró ayer como parte de la novena Semana del Arte en la planta baja del CCRF (San Martín 1080, Plaza Montenegro). Reúne una intervención en los vidrios, un rompecabezas interactivo, tres videoinstalaciones en videos monocanal y una instalación sonora, que podrán visitarse hasta el viernes inclusive y fueron realizadas por seis artistas locales multiterreno: la dibujante y animadora Estefanía Clotti, el fotógrafo Miguel Vila, los videastas Gustavo Galuppo, Fabricio Yaquinto y Fernando Romero, y el periodista especializado y editor de sonido Franco Falistoco Araya.

﷓ ¿Cómo fue pensado curatorialmente ese conjunto?

- Como siempre pienso esas cosas. Primero como una intuición y la siguiente frase: 'Sería bueno mostrar trabajos de estos artistas'. Luego intento encontrarle un sentido y que las obras dialoguen entre sí y con los sujetos que las presencian. También hay un estado de receptividad muy fuerte de parte de Rafael Ielpi (director del CCRF) a todas las propuestas que le acerco al Centro Cultural. De hecho consiguió un capital importante para llegar a hacer la muestra. Y no hablo sólo de lo simbólico. La idea curaturial surgió de las charlas con los diferentes artistas y los deseos de cada uno de hacer una obra en particular; a partir de allí fui encontrando las conexiones.

La ayuda económica del CCRF fue para producir obra y para el montaje. Las obras fueron producidas especialmente para la muestra.

Pablo Romano (Rosario, 1968) es cineasta. Este año, colaboró con la musicóloga Cintia Cristiá en la muestra colectiva Diálogo de musas y su documental Alexander Panizza: solo piano obtuvo dos premios en la competencia internacional del Festival Latinoamericano de Video de Rosario. Como guionista y director de cine, realizó los documentales El tenedor de R (1997), El porvenir de una ilusión (2003), Una mancha en el agua (2005), Apuntes del natural (2006) y Los nueve puntos de mi padre (2010), distinguidos en festivales nacionales e internacionales.

Romano hizo fotografía y sonido en Muertes indebidas (2005), de Rubén Plataneo. En los años 2003 y 2004, con una de las últimas becas de la Fundación Antorchas, residió en Colonia, Alemania, becado en una prestigiosa escuela de arte y medios: la Kunsthochschule für Medien (KHM). "De director estaba Anthony Moore, un músico y compositor experimentalista", cuenta Romano y saca a relucir un dato impactante: "Trabajó entre otros con Pink Floyd. Recuerdo su intervención musical sonora con las campanas de las iglesias de Colonia. De hecho no busqué quedarme en el departamento de cine sino que comencé a trabajar en el departamento de Medios. Allí se hacían muchísimas experiencias sonoras y en la web. Tanto la KHM como un residente en Alemania y amigo, Marcello Mercado, me iniciaron en esos paisajes sonoros. En Colonia pasábamos mucho tiempo juntos, charlando, y él me hacía escuchar sus trabajos sonoros. Era todo un trabajo intenso que exigía una escucha atenta", evoca. En Colonia, Romano creó el proyecto audiovisual integral Paraná: paralelo33 (2004), accesible en el sitio web http://www.khm.de/~promano/espanol/paralelo33.htm que en forma interactiva ofrece un mapa donde perderse en un río Paraná imaginado.

También propone una navegación imaginaria del paisaje fluvial Deriva, el díptico en video de Fernando Romero. Los tres videos monocanal se muestran en loop en sala y sus realizadores proceden de trayectorias diversas. Fabricio Yaquinto, autor de Bolero perdido, es infografista 3D y director del área animación en Estudio I. Gustavo Galuppo, que exhibe Alicia o el nombre secreto, viene del video arte, e integra con Carolina Piva el grupo musical Vera Baxter. A fines de los 90, en Rosario, Galuppo editaba con Romano y Plataneo la revista de cine El eclipse. Al igual que ellos, ha logrado una trayectoria internacional, con importantes premios, y seguir viviendo en Rosario.

Miguel Vila es fotógrafo, trabajó como iluminador en El tenedor de R y actualmente (tras un prolongado impasse en cine) se encuentra dirigiendo un documental sobre la artista plástica Noemí Escandell, donde participa Romano como camarógrafo. Para esta muestra, realizó en colaboración con Elina Vila y Fernando Romero una "instalación puzzle fotográfica" interactiva y lúdica: Recortes. Cuerpos para armar y desarmar, donde propone un juego que busque nuevas combinaciones.

La obsesión del paisaje es el título de la intervención en los vidrios por Estefanía Clotti, quien la compone con diversos elementos gráficos figurativos y abstractos como manchas, líneas y expresivos personajes escorzados. Estefanía Clotti estudió cine, televisión, animación y otras artes visuales. Entre otras becas y premios, hoy desarrolla un proyecto de animación ganador del concurso Infancias del INCAA. "Nunca paro de dibujar", asegura. Y lo demuestra en su amable sitio web de animaciones y dibujos, http://eclot.blogspot.com.ar, donde también se pueden leer algunos cuentos breves de su autoría.

"Son artistas que hacen cosas que yo nunca haría, y me gusta mucho lo que hacen", se entusiasma Romano. "Su mirada. Su punto de vista. Estoy en un momento de mi vida que no pienso las cosas desde 'lo más relevante', sino en producir obras que interpelen al sujeto. Fundamentalmente, producir obra y ayudar a producir obra", resume.