Desde hoy, y hasta el próximo 10 de noviembre, el Festival El Cruce desarrollará su decimotercera edición. Organizado íntegramente por el colectivo de artistas del movimiento Cobai, el encuentro internacional propondrá actividades en diversas áreas, ampliándose más allá de las funciones, apostando a la formación, la discusión crítica y la amplitud estética. Y si bien la apertura formal está programada para el próximo miércoles, dos seminarios abrirán hoy las actividades: de 10 a 15 el uruguayo Rasjid César brindará clases vinculadas con la Danza Butoh (en el espacio Cobai-Vigil de Gaboto 450, donde continuará mañana a la misma hora), mientras que de 16 a 20 Natalia Pérez y Autarco Arfini disertarán sobre Contact Improvisación (en el mismo espacio). El lunes a las 20, además, César presentará en Alianza Francesa su obra Sal, en una noche compartida con la Compañía Pollerapantalón de Rosario, que pondrá en escena DosAlPasoPorSiAcaso.

Abarcativa, la programación (que puede consultarse íntegramente en www.festivalelcruce.com.ar) se distribuirá en distintos espacios de la ciudad, apostando siempre a propiciar el encuentro entre público y artistas. Así lo destaca Verónica Rodríguez, responsable de la organización general junto a Carla Luchetta y Ana Taleb: "Desde el 2010 el festival pasó completamente a manos de Cobai, por lo tanto es un desafío hacerlo cada año, es un gran esfuerzo de gestión. Nos sentimos convocados a seguir sosteniendo esta iniciativa, para que siga siendo un espacio de intercambio entre bailarines locales y compañías del exterior con las que, de otro modo, sería muy difícil dialogar. Que podamos ver nuestras producciones, y que el público conozca las tendencias actuales de la danza en el mundo. Es una apuesta a la cultura".

En ese marco, la Compañía Alvaro Frutos llegará desde Sevilla con su obra Jabón de manos, Maldita Danza de Bogotá presentará Super Tejido Limbo, el grupo argentino-estadounidense El niño viejo pondrá en escena Kastiló, Luis Garay traerá desde Colombia su Maneries, el Colectivo Clá (Costa Rica-Bélgica) propondrá su Idea de hombre viejo, Cecilia Colacrai arribará desde Barcelona con La incorruptible belleza de la distancia y la compañía chilena Instantes hará lo propio con Escalera de todos los días. A todas ellas se sumarán además los trabajos de compañías locales y nacionales, que agregan jerarquía a un festival que crece en prestigio edición a edición.

Así lo reconoce también Rodríguez, que coincide al apuntar: "El Cruce tiene una gran dimensión en el exterior. Muchas compañías eligen venir porque saben que las producciones tienen cabida, porque se le da libertad a la creatividad, a los que están investigando, a los que asumen desafíos. Como festival de danza El Cruce está teniendo un posicionamiento a nivel local e internacional".

La apuesta, además, es seguir convocando a nuevos públicos. "Nuestra idea es que el público en general venga y descubra obras que sino no son tan fáciles de acceder en lo cotidiano. En lo general uno va a ver obras que ya tienen ciertos formatos, aquí está la oportunidad de ver aquello que no es tan frecuente. En general los festivales de danza cuentan con obras distintas, innovadoras, pero El Cruce tiene ese sello, porque es el cruce de los lenguajes, de danza, música y artes visuales, de distintas estéticas", remarca la organizadora de un festival que en esta edición también buscará cruzar información y coordinar esfuerzos con otras ciudades, a partir de la concreción de un prometedor encuentro de gestores culturales.