Referentes del chamamé a nivel internacional, sosteniendo las banderas que desde algún tiempo antes también defiende en Europa el enorme Raúl Barboza, los hermanos Rudi y Nini Flores mantienen a Rosario como a un puerto de visita constante. Hijos del notable bandoneonista Avelino Flores, y radicados en Francia desde principios de los 90, con su abordaje al repertorio popular chamamecero (al que enriquecen además con obras de su autoría) se erigieron como firmes embajadores de un género en ocasiones menospreciado dentro del folclore argentino. Esta noche, la dupla volverá a dar cuenta de la enorme riqueza del chamamé con una nueva función en El Aserradero, el espacio de Montevideo 1518 donde actuarán a partir de las 21.30.

Criados en el entorno musical y chamamecero que propiciaba la figura de su padre, y formalizando luego sus estudios en el Conservatorio Musical de Corrientes, los hermanos Rudi y Nini Flores comenzaron a desandar su propio camino en 1984, luego de haber girado y grabado como parte de la banda de Avelino. Después de una prolongada residencia en Buenos Aires, y de grabar sus primeros discos, la dupla decidió radicarse en Francia, impulsada por la buena acogida que el chamamé lograba en el público ya no sólo francés, sino europeo en general.

Una aceptación que, allá por 2006, Nini Flores analizaba en diálogo con este diario: "Les llama la atención la forma de tocar, los contratiempos, síncopas y acentuaciones que tiene el chamamé, además de su variedad de colores, que puede ser muy vivaz y alegre pero de repente puede ser muy nostálgico, melancólico. Pero sobre todo por el hecho de que el instrumento pueda sonar de otra manera, donde llama también la atención que haya un trabajo de dúo, porque la guitarra no hace solamente acompañamiento, sino que es más bien un diálogo entre los dos instrumentos".

Desde su sede en Francia (en una prolongada estadía que este año llegaría a su fin, a partir del regreso del dúo a la Argentina), los hermanos Flores lograron acercar al chamamé a públicos tan disímiles como el de los países centrales de Europa y otros como los de Finlandia o Marruecos. Experiencias que Rudi valoraba en la entrevista que concediera a Rosario/12 con motivo de su actuación en el Anfiteatro municipal, en febrero de 2013: "El chamamé es una música tan rica y fuerte, que puede llegar a cualquier público del mundo, es tan rica como el tango podría decirte, por supuesto que estableciendo las diferencias lógicas; pero el tango tiene en Europa un siglo de historia, mientras que el chamamé es nuevito. Para nosotros, como correntinos y representantes de nuestra región, es una gran alegría y una experiencia muy valiosa el hecho de poder tocar delante de toda esta gente y que pueda llegar a emocionarse".

Luego del concierto ofrecido ayer en la sala de Montevideo 1518, los hermanos Flores volverán a ese mismo escenario esta noche, con un repertorio en donde las raíces chamameceras confluyen con una búsqueda musical innovadora y caracterizada por la exquisitez de los arreglos e interpretación del dúo. Una fusión que potencia aún más la enorme riqueza y emotividad del género.