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Cuando, en 1863, el gobierno nacional le otorgó a la compañía Central Argentine Railway (Ferrocarril Central Argentino, dirigida por el ingeniero Guillermo Wheelwright) una concesión para construir y explotar una línea de ferrocarril entre las ciudades de Rosario y Córdoba, hacía furor en Gran Bretaña un nuevo deporte: el "football".

Así, hace 150 años, con la inmigración inglesa que llegaba para impulsar el desarrollo ferroviario, vino a Rosario el fútbol. Al principio acá le decían el "pata bola", traducción literal de football que por suerte no se conservó. Uno de aquellos inmigrantes, Isaac Newell, podría haber dicho, como Freud: "les traemos la lepra". Otros clubes, como Central o Central Córdoba, nacieron con el ferrocarril.

Lo demás ya es leyenda: Gabino Sosa, la palomita de Poy, la zurda de Sanabria, la obsesión del Loco Bielsa, Rosario como la patria chica de un grande, la Pulga Messi...

De contar la historia del fútbol en Rosario en forma ordenada, amena y con rigor histórico se han ocupado los realizadores de la muestra La ciudad del fútbol. Relato de una pasión, que puede visitarse hasta el domingo 30 de marzo en el Museo de la Ciudad (Bulevar Oroño y Riobamba) y que organiza dicho Museo con la Asociación Rosarina de Fútbol. Es una muestra popular pero con entrada, que ocupa todas las salas, incluso el invernadero y muros exteriores; la entrada permite participar de un sorteo de ropa deportiva a cargo del sponsor de la exposición, que también se puede recorrer online sala por sala en www.laciudaddelfutbol.com.ar.

En torno a la columna vertebral de una cronología histórica con fechas clave, la muestra reúne una amplísima variedad de objetos, desde camisetas hasta figuritas y álbumes de jugadores, como también un repertorio de material documental de archivo que abarca fotos, registros fílmicos (que se pueden ver en la sala de proyección permanente del invernadero) y recortes de prensa. No sólo se trata de los hitos del fútbol sino de los ámbitos que lo hicieron posible, como los talleres, las escuelas, los clubes dedicados a este deporte (que son muchos más que dos o tres) y asociaciones como la ARF. En el exterior se reproduce una pintura de Julio Vanzo cuyo original se encuentra en el Museo Castagnino. Los horarios de verano son de martes a viernes de 9 a 14 y los sábados, domingos y feriados de 16 a 21.