Qué pasa si miramos algo muy de cerca en detalle y perdemos la idea de totalidad? Ese detalle se transforma en otra cosa? En qué se transforman los detalles cuando son aislados? Partiendo de estas inquietantes preguntas la bailarina y coreógrafa Paula Manaker construye el itinerario de su última propuesta estética: Morir, tampoco tiene sentido.

La obra, que se estrena esta noche a las 21 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el río), indaga acerca de aquellas "acciones que no tienen consecuencia" y contó con el aporte actoral de Maite López, Federico Tomé y Mauro Carreras; la colaboración artística y el diseño de luces de Marcelo Díaz; dirección de arte y creación musical de Carlos Masinger y Anju Manaker en prensa y comunicación.

La directora Paula Manaker dialogó con Rosario/12 acerca de esta nueva creación que, según sus propias palabras, encontró título a partir de una conjetura. "En esta obra me interesan esos lugares de intersección o de transformación en los que una cosa lleva a la otra sin una lógica esperable, si no más bien la lógica o el pensamiento onírico, aquel que de alguna manera no necesita anclarse en la idea de lo útil", dice la directora, que considera este como un trabajo abordado sobre los relatos inútiles.

La propuesta se inicia en un laboratorio de creación que coordina la directora: "Complejo fantástico" (2013) grupo del que van a salir los tres protagonistas de Morir, tampoco tiene sentido, a los que Manaker les propone continuar con la investigación sobre esos mismos materiales.

"Yo ese año inicio una gira con la obra Olga recorriendo Colombia, El Salvador y Guatemala; con un proyecto de creación en residencia a partir de una ayuda de Iberescena que se desarrolló en Colombia, donde con un equipo numeroso de mis compañeros hicimos La nao aretusa, basada en textos del poeta colombiano León de Greiff", explica la creadora, responsable de obras como Cuco, Oh! Imperfecta (siete piezas breves) y Un dios que se va, y que retornó a la Argentina para encarar el trabajo que esta noche estrenará en el CEC.

- Qué es lo que más te interesó desarrollar en esta nueva investigación?

- Los lugares de intersección o de transformación en los que una cosa lleva a la otra sin una lógica esperable, si no más bien la lógica o el pensamiento onírico, aquel que de alguna manera no necesita anclarse en la idea de lo útil: me gusta ver qué pasa con los relatos inútiles y cómo ellos producen imágenes que traspasan ese sentido de la palabra. A algo de esto apuesta este trabajo.

Manaker parte de una idea que la inspira a pensar el arte escénico, y en la que esa sensación de suspensión que producen las imágenes se transforma para ella en el mayor acierto de una obra. "Ese momento donde 'nos ausentamos un instante' y todo resulta como un entretenido campo de diversión, donde se ausenta el sentido preestablecido, el orden de comprensión, donde al menos 'titila', desaparece unos instantes... Creo que debería trabajar más aún en ese sentido sin sentido", dice la directora.

En Morir, tampoco tiene sentido hay un hombre que nada fuera del agua, una mujer alambrada, un hombre de manos y cabeza gigante: todos conviven en un espacio escénico como "estrellas" titilantes; bailan, cantan, se desnudan, se besan, luchan como superhéroes y no mueren...

"Las entradas para el estreno se agotan porque el ciclo de Teatro premiado es muy convocante. En julio nos vamos de gira al NOA y retornamos en el mes de agosto, donde haremos una temporada en el Teatro del Rayo, para cerrar el año con una gira internacional que abarcará El Salvador, Guatemala y México", adelanta Manaker a Rosario/12.