Aunque cuando pensaron el proyecto Javier y Mariano Olmedo eran conscientes de que el primer paso debía darse en Buenos Aires, la llegada de la muestra itinerante dedicada a su padre, el genial "Negro" Alberto, a Rosario era tan obligada como necesaria para preservar la salud de dos de los vástagos del cómico rosarino. "Mariano armó la muestra y una vez que vimos que iba tomando forma, y que apareció la gente para apoyarnos, obviamente dijimos que el primer lugar al que teníamos que viajar era a Rosario, porque si no nos mataban", grafica Javier, en un alto de los preparativos finales de una exposición que hoy a las 19.30 tendrá su inauguración en el Salón Cultural de la Plaza Cívica (San Lorenzo 1949), donde se mantendrá abierta al público, con entrada gratuita, hasta el domingo 27 de agosto.

Presentada por primera vez en el Palais de Glace porteño, la primer muestra itinerante dedicada a Alberto Olmedo no se verá modificada a partir de su arribo a la ciudad natal del Negro, aunque sí habrá actividades complementarias. "Si bien en todos los lugares a los que llevemos la muestra se va a hacer una inauguración, lo que vamos a hacer en Rosario, el jueves 24, que es el cumpleaños del viejo, es organizar una gran fiesta, que creo que va a ser un evento inclusive más grande que la inauguración, porque va a haber bandas tocando en vivo, vamos a traer artistas invitados", adelantó Javier.

Conformada por fotos inéditas, afiches originales de películas, esculturas, uno de los revólveres del Capitán Piluso, la bata del Manosanta, proyecciones permanentes de las distintas etapas televisivas del cómico y demás artículos relacionados con la carrera actoral de Olmedo, la muestra no pretende centrarse en un aspecto puntual de la vida del Negro, según destacó el organizador: "No podés resaltar nada en particular, ya que eso va con el gusto de cada uno. Tratamos que haya cositas de cada parte de la vida del viejo, cosa de que al que le gustaba Rucucu lo encuentre, lo mismo que al que le gustaba Piluso. Pensamos en hacerlo cronológico, pero preferimos reunir a los personajes, la familia, los amigos, es un gran collage".

La muestra viene a ocupar un espacio que, según Javier Olmedo, jamás se cubrió con el proyecto de homenaje entablado en una de las esquinas del barrio Pichincha. Proyecto que, además, lejos está de agradar al núcleo familiar del artista. "Sinceramente estoy al tanto de lo que hicieron ahí y no estoy de acuerdo. A mí todo lo que es homenaje me llena de orgullo, pero cuando saltamos a otro lado y chapeamos con el homenaje pero lo que hay de fondo es la comercialización y llenarte los bolsillos con la imagen de mi padre, ahí te voy con los tapones de punta. Una cosa es homenajear y otra lucrar. Con los homenajes no se lucra. Pero venir a chapear así, y encima con las barbaridades que ha dicho la persona responsable de poner el barcito, metiéndose incluso con lugares muy feos, como decir que iba a traer los restos de Olmedo a Rosario".

La muestra seguirá por distintos puntos del país. "Pero también la están pidiendo de países limítrofes y lugares como Estados Unidos. Y también tenemos ganas de llevarla a Cuba", anticipó Olmedo, previo a la intervención de Chiquito Reyes, figura clave al momento de analizar las cualidades de la exposición: "Yo soy parcial, fui amigo toda la vida, pero estoy muy contento porque sé que cuando los rosarinos vengan a mirar todo esto solamente vas a ver sonrisas. Porque en la calle, cotidianamente, te encontrás con gente, charlás del Negro Olmedo y hablás siempre con una sonrisa. Y van a tener la oportunidad de encontrarse con todos los personajes del Negro, con un Piluso casi en tamaño real, con el bolso con el que jugaba al golf, cosas que vas a mirar y vas a tener el sentimiento de que el espíritu del Negro está ahí dando vueltas. Esta va a ser una oportunidad única. Además lo escuché a Javier diciendo que vamos a festejar el cumpleaños acá, ¡eso va a ser un escándalo!".