A lo largo de sus siete años de historia, Los cuentos de la buena pipa decidieron hacer de los shows en vivo su principal bastión. Apostando al cruce de disciplinas, el proyecto buscó generar en los espectadores "experiencias vivenciales". Volcados a ese camino, en los últimos años los integrantes de grupo --E'bo (voz, guitarras y programaciones), Kolia (bajo), Grillo (percusión), Lara (percusión), Li (guitarra eléctrica), Clara (voz), Diego (batería), Maia (visuales), Paila (escenografía) y Charly (presentación)-- fueron moldeando una serie de canciones que, finalmente, decidieron plasmar en ¿Qué es el laberinto?. Esta noche la banda volverá a poner en juego el cruce de disciplinas para presentar formalmente este segundo disco de estudio, en un show que se desarrollará desde las 22 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Sargento Cabral y el río), y para el que sumaron la colaboración del artista Dante Taparelli.

En diálogo con Rosario/12 fue el cantante E'Bo quien detalló el proceso que derivó en la concreción de este segundo material: "Nuestra apuesta siempre fue más al vivo, a la fusión de géneros artísticos, de música, teatro, cine, la intervención al escenario. Sentíamos que nuestra obra no se podía concretar en un disco, al que llegamos a través de las presentaciones en vivo. Empezó a pensar que nos concentrábamos cada vez más en lo musical y de a poco fuimos abandonando lo performático. Cuando sentimos que estábamos dando un vivo que era musical, y que nos complacía, nos pusimos a pensar en la grabación".

Marcado por su preponderancia instrumental, ¿Qué es el laberinto? deja traslucir un carácter conceptual que se sostiene aún frente a la ausencia de letras que construyan sentido. Un fenómeno que es también resultante del esquema creativo del grupo, según reconoció E'Bo: "La forma que teníamos de componer desde un inicio tenía que ver con acompañar un relato, contar una historia, con buscar imágenes. Entonces el disco está pensado como un relato, como un recorrido. Y lo único que hizo falta para terminar el disco fue el final, porque pasaba que las presentaciones en vivo terminaban de una manera muy rítmica, muy arriba, y sentíamos que eso no funcionaba a la hora de poner un disco para escuchar en tu casa. Entonces volvimos a componer para poner un epílogo, una especie de despedida, una canción de cuna".

- Ese cierre del disco remite a cierto rock de los 70, instrumental, algo lisérgico.

- Sí, en ese sentido hay muchas evocaciones de lo que es la psicodelia, lo sugerente. Pensándolo ahora en voz alta, este disco es muy rítmico, no es un disco melancólico, tiene fuerza.

- De hecho aparecen también algunos aires de cumbia y ritmos populares latinoamericanos.

- Exacto, porque ése también fue uno de los anclajes de la banda, tratar de utilizar todas las influencias conscientes que tenemos. Las influencias propias, de nuestro lugar. Porque la banda tiene una formación de rock --batería, bajo, guitarras eléctricas--, pero también tiene percusiones y otros instrumentos que permiten la fusión.