¿Cuáles son las características de aquello que algunos denominan como "sonido rosarino"? ¿Cuál es esa esencia a la que suele aludirse para referirse a una suerte de marca registrada? Probablemente indescriptible, la existencia de una sonoridad que atraviesa a la música creada en Rosario se ha instalado en el imaginario colectivo aún cuando no hay rasgos formales que la desmarquen de otras ciudades cuyos folclores (de la zamba a la chacarera, del cuarteto al carnavalito) sí resultan distintivos. Y si bien dar respuestas a esos interrogante no se encontraba entre los disparadores originales del proyecto, el ciclo Rosario 50 años de rock en castellano pondrá en juego una buena cantidad de elementos que permitirán visibilizar un entramado sonoro que va desde la fundacional aparición de Los Gatos Salvajes hasta las bandas que por estos días renuevan a una escena musical rosarina marcada por su diversidad y calidad.

Impulsado por Marcelo "Zorzi" Zorzolo, y tomando como referencia directa al ciclo Canciones de Rosario del Siglo XXI que el propio cantante llevó adelante en noviembre en el Berlín Café, este nuevo proyecto amplifica aquella experiencia: sacando provecho del aniversario de lanzamiento del primer disco de la banda liderada por Litto Nebbia, Zorzi decidió trazar un recorrido por algunas de las obras emblemáticas del rock rosarino que, a su vez, serán reinterpretadas por músicos de distintas generaciones.

"Hay una cosa profunda que tiene que ver con tirar puentes entre músicos, entre personas", apunta en ese sentido el cantante, que para esta nueva incursión decidió focalizarse en la producción del ciclo que esta noche, a las 21, tendrá su primer encuentro en el Teatro de Plataforma Lavardén, con un show que ya agotó las localidades y que abordará el período "De Los Gatos Salvajes al final de la dictadura 1965 1983".

Los primeros jueves de julio, agosto y septiembre, será nuevamente la sala de Sarmiento y Mendoza la que aloje a los conciertos restantes que, siempre a las 21 y con entrada libre y gratuita, se dividirá en los períodos "De los comienzos de la democracia a los saqueos del 89" (1984 1989, con un listado de obras de Fito Páez, Graffitti, Identikit, Punto G, Certamente Roma y Poxi Beat, entre otras), "De los '90 hasta 2001" (donde sonarán, por ejemplo, Shocklenders, Mortadela rancia, Degrade, Vudú, Killer Burritos, El regreso del Coelacanto y Los Vándalos), y "2002/2015", concierto de cierre que permitirá encontrarse con los protagonistas del presente, y que completará una recorrida necesaria para descubrir puntos de contacto quizás inesperados.

Así lo entiende también Zorzi, que reconoce: "Una amiga me decía que a los rosarinos se nos escucha y ya se sabe que somos de Rosario. Eso me quedó grabado y, hablando con los músicos, a todos se lo han dicho. Entonces también es interesante ver si, por ejemplo, hay un Adn melódico, y cómo se fue configurando".

Para el impulsor del proyecto, este primer tramo (el más extenso en lo que a rango temporal respecta) permite ir vislumbrando los puntos de contacto entre aquel primer Nebbia y Juan Carlos Baglietto, mascarón de proa de la Trova Rosarina en su desembarco porteño. "Es como un estudio de Adn: vos no sabés que está, pero ahí está. Cuando hicimos toda esa curaduría fue interesante ver que eso aparecía", se entusiasma Zorzi.

Con el rock como eje central, el ciclo se nutrirá además de la mirada y la interpretación de un listado de artistas amplio, que incluye, entre otros, a Coki Debernardi, Gonzalo Aloras, Ike Parodi, Caburo, Pol Nada, Julián Venegas, Mercedes Borrell, Martín Delgado, Juani Favre, Tiago Galíndez, Víctor Parma, Pablo Comas de Alucinaria, Jota de Daddy Rocks, Bonzo Morelli, Pablo Jubany, Nahuel Marquet, Mariano y Luciano Ruggieri. La multiplicidad estética, e incluso generacional, implícita en esta primer lista de invitados no hace más que abrir las expectativas sobre los posibles resultados de una apuesta que merece potenciar sus niveles de exposición y difusión (ya garantizados el registro en audio y video de todos los conciertos, la posible edición de esos materiales se presume casi indispensable).

Por lo pronto, para Zorzi la sola concreción de estos cuatro shows puede funcionar como un acto de justicia para con la música rosarina. "Una sola vez en la vida tenés la posibilidad de estos cincuenta años, tenemos una propia historia y era el momento para que la celebremos --asegura--. Aparte, como cuestión más de fondo, es que tampoco quiero que esto sea solamente para quien nos conoce, sino que venga toda la gente que pueda a ver una cantidad enorme de talento, de canciones fantásticas que se hicieron acá. Y que hablan de nosotros".