Trabajo duro: 7 puntos

(Los Vándalos. Soy Rock, 2015)

En saludable línea ascendente, Los Vándalos le dieron forma a un disco de cuidada producción, donde sin correrse de sus históricos lineamientos - rock directo y hard blues con colores funk y reggae se permiten apostar a sutilezas. Desde la apertura con "Fui y volví", la histórica banda rosarina conecta con la estética de sus viejos hits. A lo largo de 16 tracks, y desde la voz inconfundible de Diego "Popono" Romero, Los Vándalos pintan paisajes urbanos, nocturnos, que pueden ir del anecdotario mínimo de "Bomba de humo" a los dardos de "Metamorfosis" o "Lúcido", con puntos altos en la potente "Quiero ver el sol" y las funkys "Niño cebolla" y "Maestro mayor biónico". Con un anclaje identitario de pura rosarinidad, Los Vándalos siguen referenciándose en los grandes nombres del rock y blues internacional, sobreviviendo con coherencia en una escena en la que tantos otros banalizaron en extremo al rock and roll. E.P.C.

Mañana: 8 puntos

(Artistas varios. EMR, 2014)

Desde su condición de homenaje, el disco vuelve a poner en circulación las inoxidables canciones de Los Gatos, visibilizando además la calidad de la escena indie local. La recorrida abre con la acelerada versión de "Chica del paraguas", por Alucinaria, mientras que "No fui hecho para esta tierra" es ralentizada con cadencias reggae por Budajipis. Mi Nave propone una síntesis onírica a "Fuera de la ley", instalando un clima de ensoñación que marca también a "El rey lloró", por Nausicaa. A la respetuosa "La balsa" de Juani la suceden personales versiones de Matilda ("Viento, dile a la lluvia"), Daddy Rocks ("Soy de cualquier lugar") y Lesbiano Jeremy Flagelo ("Hogar"). Helena Nav le imprime densidad a "Jamás creí", mientras que Víctima del vaciamiento potencia el extrañamiento futurista de "Cuando llegue el año 2000". Completan la lista Pol Nada ("Vagabundo"), Päl Das Schutter ("Un día de fiesta") y Tano Viamonte ("Mañana"). E.P.C.