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Domingo, 19 de julio de 2015

CULTURA / ESPECTáCULOS › TRAS SEIS DíAS INTENSOS FINALIZA EL FESTIVAL DE TEATRO DE RAFAELA

El festival que defiende el pueblo

No sólo la cantidad de público que acudió a las salas, sino el orgullo que produce este encuentro nacional de teatro en los habitantes de esa localidad que en su mayoría defienden la propuesta que motoriza la secretaría de Cultura municipal.

 Por Julio Cejas

Después de seis intensas jornadas que desde horas tempranas desplegaron una programación que contempló todos los gustos, mostrando la diversidad y la calidad de lo que se produce en gran parte del país, finaliza hoy la undécima edición del Festival de Teatro de Rafaela, con un cierre que tiene prevista la actuación del esperado grupo "Los Amados", con su última producción: "Mundo amado. Acuérdate de Agustín Lara".

"Llegó la 11ª edición del Festival del Teatro en Rafaela y hoy, como en los diez anteriores, la ciudad brilla, la ciudad luce, la ciudad se moviliza, la ciudad festeja, la ciudad se baña de cultura", decía una vecina de Rafaela en una apasionada carta enviada al diario local La Opinión.

María Enriqueta Barbier, inquieta vecina rafaelina, realizó una apasionada defensa de este proyecto cultural que tiene al Secretario de cultura de la ciudad, como uno de los pilares y garante de su continuidad y crecimiento.

"Para algunos el festival de teatro es sólo un número: Cantidad de espectadores, de entradas, de dinero, de auspiciantes, de subsedes, para otros, una experiencia imborrable, una vivencia intransferible", decía Marcelo Allasino, en el discurso inaugural de una apertura que colmó la emblemática sala del Teatro Municipal Belgrano.

"Ayudemos a quienes se resisten al cambio. Construyamos desde el respeto y la tolerancia por la diversidad de unos y otros, que el amor siga circulando para contagiar y transformar aquellos corazones que fueron ganados por la avaricia, la prepotencia, la intolerancia, el egoísmo o la violencia", concluyó Allasino, mientras las imágenes del video inaugural mostraban a los integrantes del equipo responsable del Festival, compartiendo el staff de hacedores con los funcionarios políticos y la comunidad toda.

No podía ser de otra forma, el teatro en sus múltiples variantes fue y seguirá siendo un faro de incomodidad para los que siguen pensando en el fin de la historia y en esa idea retrógrada que circula todavía y que cuestiona los fondos que se destinan a la cultura, pensando en términos de gastos y no de una inversión que apunta en especial a los sectores más carenciados.

El festival de teatro de Rafaela, incomoda a los que ven "desviados" los fondos públicos para proveer a la ciudad de una fiesta popular donde todos tienen derecho a ver las producciones que en algunas ciudades solo están a disposición de quien pueda pagar las entradas.

Quizás a algunos les moleste que la calidad de las propuestas que se vieron en esta edición, como las que llegaron de todo el país a lo largo de estos 11 años, puedan extenderse más allá del centro y se proyecten hacia las plazas y salas vecinales no sólo de la ciudad de Rafaela sino de localidades como Ataliva, Clucellas, Pilar y Suardi, subsedes del festival.

La programación de esta edición mostró más allá de la diversidad de poéticas, cruce de lenguajes y procedimientos estéticos, una fuerte impronta de los temas que atraviesan de lleno las complejidades cotidianas como la ya instalada violencia en todas sus variantes y donde la violencia de género sigue siendo protagonista de la escena nacional.

En propuestas como "Un lazo rojo", de Ramiro Rodríguez, (Rafaela) donde el maltrato de un hombre a su pareja, mantiene en vilo la escena, anunciando un fatal y previsible desenlace, hasta la perturbadora "La Wagner" de Pablo Rotemberg, donde la violencia se ensaña en los cuerpos femeninos hasta la violación, al ritmo de una partitura wagneriana.

La violencia en la educación en "La Sala roja", obra de la porteña Victoria Hladilo, que plantea el descenso a los infiernos de los protagonistas de una tradicional reunión de padres que terminará en una batalla campal.

El ya instalado tema del bullying, en "BoyScout", experiencia perturbadora que desmitifica la figura de estos "entrenadores de niños", a cargo del notable cantante y actor Dennis Smith.

La violencia de clase a partir de la inquietante versión de "El niño proletario", lacerante texto del poeta Osvaldo Lamborghini, en "Representación nocturna del Marqués de Sebregondi", de la rosarina Sociedad Secreta de Actuación, con dirección de Matías Martínez.

La violencia política en "Argentina Hurra! esa necesaria y profunda reflexión que hace acerca de la historia más oculta del peronismo, el director cordobés Jorge Villegas y su histórico grupo Zéppelin Teatro.

Y esa otra violencia que se percibe en el interior de tranquilos hogares de pueblo, donde el canto de las chicharras parece presagiar una vez más la tragedia de esa otra inseguridad, la que está adentro, como ocurre con "Doberman" de la porteña Azul Lombardía.

Otro logro de esta edición del Festival, fue la presencia de los brasileños de Cía. Dita, de Fortaleza, con "De Vir",un collage de cuerpos que danzaron a partir de reconstruir un mapa de encastres y despliegues en una coreografía creada y dirigida por Fauller.

Otro de los grupos esperados por el público rafaelino, los rosarinos de El Rayo Misterioso, volvieron a mostrar el nivel de su búsqueda poética con su último estreno : "El fabuloso mundo de la Tía Betty", con dirección de Aldo El Jatib.

No podía faltar a la cita ,el actor y dramaturgo Pompeyo Audivert, con "Muñeca. Tragedia nacional sobre el amor no correspondido", una notable intervención al clásico texto de Discépolo, cruzado con la poesía de Marosa Di Giorgio.

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"La Wagner" de Pablo Rotemberg, donde la violencia se ensaña en los cuerpos femeninos.
 
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