Si la Sociedad de la Información se mueve al ritmo del poder del capital, respondiendo a gran escala a los intereses de las corporaciones y las multinacionales, el rol de los medios contrahegemónicos no puede dejar de pensarse como el equilibrio que, a través de la difusión de múltiples miradas, viabiliza una construcción de sentido plural y democrática. Aun cuando las definiciones pueden variar entre contrahegemónicos, populares o alternativos, la creación de información por fuera de los grandes núcleos de poder es el eje de las III Jornadas de socialización de experiencias colectivas de construcción de memoria: Por Otros Medios. Prácticas contrahegemónicas de comunicación popular, que el próximo miércoles (a las 17) reunirán en el Museo de la Memoria a representantes de las cooperativas rosarinas La Masa y La Brújula junto a miembros de la organización La Poderosa.

Haciendo eje en la generación y producción de información propia, desde cada uno de esos colectivos se avanza en la conformación de temarios periodísticos en los que puedan verse también representadas las minorías. Esas mismas que, tal como se evidencia desde el trabajo desarrollado en el programa Jóvenes y Memoria (ver página 7), suelen descubrirse estigmatizadas en los medios masivos de comunicación.

En ese sentido, la participación de los impulsores de La garganta poderosa (revista de cultura villera y "brazo literario" del movimiento La Poderosa) resulta significativa. "Es importante resaltar que si bien nos consideramos alternativos y contrahegemónicos, nuestra revista es una herramienta muy importante de nuestra agrupación, que es un colectivo de base de trabajo barrial", explicó a Rosario/12 uno de los integrantes de La Poderosa, organización que prefiere mantener en el anonimato a sus integrantes, como un modo de preservar el valor grupal, "de poner por delante el colectivo por sobre los indidivuos".

Y agregó: "La revista visibiliza lo que consideramos invisibilizado por los medios en general. Nosotros lo ubicamos como un parlante en medio del silencio que imponen los medios tradicionales. La garganta poderosa nos ha demostrado a nosotros mismos que hay otra manera de comunicar, de ver las cosas. La ganancia es inconmensurable si se la compara con los sacrificios, porque la posibilidad de decir lo que uno cree, sin ningún tipo de tapujos ni presión, es invalorable. No lo cambiamos por nada".

Con una experiencia de 16 años como cooperativa de trabajo, desde La Masa apuestan igualmente a la construcción de agendas periodísticas alternativas a la de los grandes medios. Juane Basso, que junto a Javier García Alfaro participará de la mesa del miércoles, anticipó algunos de los ejes que atravesarán su intervención: "Tenemos para compartir un camino transitado que tiene que ver con objetivos que nos hemos puesto y las apuestas que tenemos como colectivo, la de construir comunicación en una empresa de iguales, sin patrones, apostando a nuestros propios productos, siendo parte de la discusión de qué tipo de sociedad tenemos y queremos, cómo vemos que son los dilemas a los que nos enfrentamos. Y cuáles son las voces que creemos se tienen que amplificar en este contexto de una sociedad que discute hacia dónde va. Porque nos planteamos una agenda que abra y confronte con los medios hegemónicos, fundamentalmente al servicio de los poderes constituidos".

Confiado en que la diversidad derivada de los lineamientos ideológicos de cada proyecto enriquecerán el debate en el Museo de la Memoria, Basso coincidió además en la importancia de afrontar análisis y discusiones en torno a la posibilidad de intervenir ciertos hábitos de consumo de parte de sociedades que siguen atadas a los núcleos de poder mediático. "Me parece que el consumo tiene que ver con la cultura, el paladar de nuestros compatriotas, ciudadanos, de nuestros lectores, es parte de esa cultura que está en permanente discusión. Es cierto, hay determinado tipo de propuestas que tienen muchos más adherentes, aun cuando en la web todos tienen las mismas posibilidades. Lo cierto es que hay un status quo previo que condiciona todo éso. Es democrático porque todos podemos estar ahí, pero la igualdad es muy relativa. Es un camino que tenemos que aprender permanentemente, cómo lograr hacernos conocer y abrir con ese conocimiento a otra información. Y discutir el abordaje que hacen de los temas, que se plantean de un modo diferente a los intereses que uqeremos representar desde nuestra óptica", analizó.

En un mismo sentido, Germán Mangione (que en compañía de Fernando Der Meguerditchian y Natalia Navarro representarán a la Cooperativa de Comunicación La Brújula), consideró: "Nuestra intervención en la discusión mediática es en dos partes. Por un lado contar lo que no se cuenta, hablar de lo que no se habla. Pero también decidimos meternos con otra mirada en la agenda que imponen los medios. Hemos formado un público con esas dos patas. En este momento plantear que solamente hay que hablar de lo que no hablan los grandes medios significa dejar un gran espacio vacío y, a la vez, tratamos de poner en discusión la agenda que se oculta".

"Nuestra experiencia particular es muy diversa --indicó Mangione--. Somos un equipo de trabajo de 35 personas y la mayoría no viene de grandes medios, de empresas periodísticas. No nos volcamos a lo popular para hacer otra agenda, sino que todos estos años fueron una experiencia, fuimos creando nuestro propio camino. Eso, en algún punto, nos permitió acercarnos de manera más pura, sin más ataduras que la propia capacidad".

Si de consumos culturales se trata, garantizar la completa aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual permitirá avanzar en una auténtica democratización de la información. "Para nosotros la Ley es sustancial, pero claramente no termina allí --coincidió el representante de La Poderosa--. Hay un montón de cosas a corregir y profundizar. Y de allí deviene el cambio cultural, el debate si la gente consume algo porque quiere o porque es lo único que hay. Para nosotros no es una discusión que se dé por sí misma con esa especificidad, pero sí la discusión constante de qué queremos decir en nuestra revista, con nuestros vecinos hablando por nuestra revista, es un cambio cultural respecto al consumo, no tenemos ninguna duda".