En la función de esta noche a las 20.30, la sala Madre Cabrini, Pellegrini 669, nos vuelve a traer nuevamente a Woody Allen ahora en su condición de actor, en el film de Martin Ritt, "El Testaferro" de 1976, ambientado en los años del macarthismo. Sí, nuevamente estaremos a este Allen de los años setenta, quien ya nos había sorprendido en "Sueños de seductor", de 1972, bajo la dirección de Herbert Ross; interpretando a aquel intelectual subestimado que es abandonado por su mujer, que encuentra comprensión en una pareja de amigos y que tiene como alter ego, sobre todo, a Humphrey Bogart, quien, con sus consejos, particularmente en sus vínculos con las mujeres, acude en sus momentos de mayor depresión.

En "El Testaferro" dirigida por Martin Ritt, un realizador siempre atento a las problemáticas sociales (pensemos en su "Norma Rae" de fines de esa década), Woody Allen compone a un cajero que en aquellos años cincuenta se dedica a hacer apuestas y siempre queda en deuda. Son los años del período de la llamada "Caza de Brujas", de las listas negras.

Al encontrarse él, un día, con un compañero de años idos, guionista de tevé ahora desplazado y escuchar una oferta de trabajo, su vida comenzará a experimentar un inesperado giro. De ser un sujeto anónimo, marcado por un gran tedio, pasará a ser reconocido en las primeras filas de los nuevos escritores. Claro está, el auténtico autor deberá permanecer en las sombras.

Si bien en Estados Unidos el film se estrenó en 1976, en nuestro país sólo se pudo conocer seis años después, a partir de reclamos de manifestantes en Buenos Aires por permanecer censurado. Hay imágenes, con Beatriz Guido, Leopoldo Torre Nilsson, Alfredo Alcón, Bárbara Mujica, entre tantos otros, que nos permiten reconocer a profesionales del mundo del cine y del teatro, caminando con carteles por calles céntricas, reclamando la exhibición de este film; cuya prohibición, como ocurría desde 1974, había sido decretada por el censor más feroz que se haya conocido en nuestro país, Miguel Paulino Tato, ejecutor de cortes y cambios de finales que eran informados en las páginas de la revista "Humor". En la vecina República de Uruguay, "El testaferro" se pudo recién estrenar en 1985 y en Japón sólo se conoció en formato de video cuatro años después, sobre el fin de la década.

"El Testaferro" se abre con imágenes en blanco y negro de aquellos primeros años cincuenta al son del tema interpretado por Frank Sinatra, "Young at heart" Y en los títulos de créditos finales, se pueden leer los nombres de guionista, actores y directores, prohibidos en aquellos años. Debemos sí destacar que tanto el director del film, Martin Ritt, como su guionista Walter Bernstein, al igual que algunos de sus actores como el comediante Zero Mostel, quien interpreta uno de los momentos más dolorosos del film, estuvieron proscriptos de la industria del cine . La reposición de este más que recomendable film, que se exhibirá a continuación de un muy singular western de Delmer Daves, "El hombre pacífico" (recreación del "Otello de Sakespeare) con Glenn Ford y Ernest Borgnine, a las 18.30, abre esta semana cinematográfica en la que se anuncia, para el primero de octubre, el estreno del último film de Allen, "Hombre irracional" con Joaquin Phoenix y Emma Stone; actriz que protagonizara su anterior film, "Magia a la luz de la luna" junto a Colin Firth.

En su momento "The front", "La tapadera" (como se la conoció en España), "Il prestanome" en Italia o bien como se la estrenó aquí, "El testaferro", fue nominada al Oscar en la categoría mejor guión original. Pero el premio se concedió, ese año, a "Network-Poder que mata" otra imperdible obra de Sidney Lumet, centrada en el poder especulativo y sensacionalista de los medios televisivos, con las destacadas actuaciones de Peter Finch, Faye Dunaway, William Holden y Robert Duvall.

En tanto Allen está presente como actor en "El Testaferro", su guionista trató de tener presentes momentos en paso de comedia. Claro está, el film de Martin Ritt, quien ya había presentado obras tales como "El sonido y la furia", "Cuatro confesiones", entre otras, se puede pensar como una tragicomedia, cuya progresión dramática transcurre en un clima de sospechas y delaciones. Ya desde mediados de los sesenta, la labor de Allen como actor y guionista había comenzado en el film de Clive Donner, "Qué pasa, Pussycat", inolvidable y lunática comedia en la que actúa junto a Peter O'Toole, Romy Schneider y Peter Sellers, entre tantos otros. Dos años después, bajo la dirección de John Huston, formará parte de un elenco multiestelar en la paródica comedia a lo James Bond, "Casino Royale".

Y en este film, de ver y reir hasta el desmayo, Allen asume el rol de Jimmy Bond, alias "Dr Noah", junto a otros 007; roles a cargo del genial Peter Sellers, de un flemático y circunspecto David Niven y de una arrolladora Ursula Andress. Parodia de parodia en esa década en la que el escritor Ian Fleming vio cómo el cine abría los portales a esa saga de uno de los héroes más sofisticados de los policiales de espionaje, cuya última aventura, "Spectre", bajo la dirección de Sam Mendes y con Daniel Craig como 007, se anuncia, en las principales ciudades del mundo, para el doce de noviembre de este año.