Vista a la distancia, y con el flamante Litoraleza brillando desde el bandcamp de su autor, Ale Lauphan, la edición del single "Gurisito cósmico" en 2013 puede entenderse como el germen de un disco donde el músico entrerriano sintetiza un abanico de influencias que van de la chamarrita y el chamamé al carnavalito y la baguala, tamizados por el formato de canción y la utilización de herramientas electrónicas en convivencia con una instrumentación acústica y rica en matices. Con una fuerte presencia de invitados (Juani Favre, Coki Debernardi, El Chávez, Pol Jacobo, Eduardo Vignoli, Ezequiel Fructuoso, Vicky Virgolini, entre otros) y un fino trabajo de estudio, el disco tendrá esta noche una presentación que permitirá vivenciar en directo su amplia paleta sonora, a partir de la presencia de un ensamble de once músicos divididos en un segmento electrónico (bajo, sintetizador y octapad), otro orgánico (bombo legüero, acordeón) y un tercero orquestal (cuarteto de cuerdas, trompeta y flauta traversa).

Al frente de esa orquesta estará presente el compositor, que aportará guitarra, voz y programaciones en una función que se anuncia a las 21.30 en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085), y que contará con la participación de algunos de los invitados del disco. "Fue como un desafío: había que ver qué pasaba tocando todo esto en vivo", reconoce Lauphan sobre la decisión de trasladar al escenario el trabajo de laboratorio. ¿El resultado? Claramente positivo, según la mirada del creador: "El miércoles tuvimos el último ensayo y fue increíble lo que pasó, es muy lindo lo que se está armando. Estoy disfrutándolo, un poco no caigo en lo que está pasando al estar tocando con tanta gente cosas tan diferentes".

En ese marco, trasladar su disco al vivo le permitió a Lauphan comprobar la solidez de las composiciones: "Mientras me juntaba a ensayar con las diferentes partes veía que las canciones pueden tener otras dimensiones. Cada parte de ese ensamble termina generando algo súper poderoso. Está buena la versatilidad que tienen las canciones, de poder ser interpretadas en formatos más electrónicos o en formatos más orgánicos".

- Lo que prueba la efectividad de esas canciones.

- Sí. En un momento, cuando estaba empezando a maquetar las canciones en Rosario, Juani Favre me dijo: "Lo bueno de tus canciones es que se sostienen solas". Yo no entendía muy bien el concepto, lo fui entendiendo con el tiempo. Y fue un poco lo que decís: cuando la canción tiene esa magia en sí sola, cruda con la guitarra criolla, lo demás le suma y le permite otros caminos, otras formas de interpretación que enriquecen al tema en sí.

Genéricamente, las obras de Lauphan ofrecen un abanico amplio de influencias, aportando en su conjunto a una sonoridad litoraleña renovada, actual, siempre en construcción. "Más que decidir hacer música del Litoral, se trató de influenciarme por las músicas que suenan ahí --aclara Lauphan--. El chamamé y las chamarritas son las músicas fuertes de la región, pero también confluye música de otros lados del país. Me parecía que estaba bueno hacer mi propia síntesis de la música que curtí ahí. Si salía una canción con aires de carnavalito tenía que ver con que toqué mil veces carnavalitos con la gente ahí en mi pueblo, General Ramírez. Como también la baguala: una vez en una peña en la que estaba apareció la tía del dueño, una mujer muy grande, que cantó una baguala y me explotó la cabeza, no podía creer lo que estaba pasando. Justo en ese momento venía escuchando a Bjork, y era como estar viendo a la mamá de Bjork cantando. Son todas influencias que pasé por mí, influencias que tuve en el pueblito donde me crié".

Y si ese mundo tienta a pensar en la influencia poética de Juanele, Lauphan reorienta la brújula hacia Arnaldo Calveyra, poeta de Mansilla (Entre Ríos) cuya voz abre Litoraleza. "Le dí mucha bola a las letras --destaca--. Calveyra es una gran influencia. Siento que leerlo a él es leerme un poco a mí, porque habla de los mismos paisajes. Desde que lo descubrí es algo muy autorreferencial, por lo que describía, por su forma de escribir. Después hay amigos como Fernando Callero, que también es de Entre Ríos, es alguien a quien leí mucho y siento que me nutrió".