Desde el otro lado de la línea, el enorme Joao Gordo se sorprende cuando se le menciona la última visita de Ratos de Porao a la ciudad. "¿En Rosario? No me acuerdo muy bien... la cabeza está rota. Estoy viejo, la cabeza no trabaja", dice y ríe, escondiendo en el paso del tiempo parte de la realidad de su grupo: desde aquella presentación en febrero de 2007 en El Sótano, la banda continuó girando por el mundo con su fundacional propuesta de hardcore-punk, géneros que los tienen como precursores en Sudamérica desde que comenzaron a machacarlos en 1981 en su San Pablo natal. Y si su anterior aparición local la excusa fue la presentación de Homen Inimigo do homen, esta noche el regreso del histórico cuarteto brasilero estará dado por la reedición de Anarkophobia, en otra apuesta del sello Pinhead Records.

Anunciado para las 20 en Pugliese (Corrientes 1530), el show sumará la participación especial de Intense Mosh, proyecto referencial del hardcore rosarino que se reunirá especialmente para la ocasión, y que abrirá esta nueva visita de la aplanadora paulista, que llega a Rosario luego de una exitosa, y agitada, actuación en su ciudad natal.

"En San Pablo hay muchos lugares para tocar. Hace unos días tocamos en un centro cultural muy grande, era un show gratuito para 600 personas pero fueron más de mil personas, entonces muchos no pudieron entrar y rompieron las puertas, fue una confusión de mierda. En realidad... ¡estuvo de puta madre!", relata con entusiasmo el cantante de un grupo que, asegura, tiene un poder de convocatoria amplio y conciliador: "Ratos es uno de los pocos grupos del mundo que reúne todas las tribus, a los punks, los skaters, los metaleros, todos curten los conciertos. Eso pasa porque somos amigos, tenemos muy buen humor, estamos siempre de broma. Y nos gusta mucho lo que tocamos: hay un efecto natural arriba del escenario que hace efecto como si fuera una droga, una adrenalina única. Es una droga hardcore a la que somos adictos. Si bien estamos viejos, nos causa placer hacer ese tipo de sonido".

Para su concierto de esta noche, el grupo planificará una recorrida por su Anarkophobia, a la que también sumarán algunos clásicos. Y no mucho más. "No tenemos temas nuevos --admite el cantante y letrista--. Somos viejos, tenemos familia, trabajos distintos, no hay un futuro cierto para el grupo. Sí queremos tocar en lugares a los que no fuimos antes, ir a Japón, India, Israel, lugares donde nunca estuvimos".

- Mencionaste varias veces la vejez de los miembros del grupo. ¿Cómo viven el hecho de llegar a viejo tocando con la banda de hardcore-punk de la infancia?

- Y... ¡somos viejos con salud! Todavía tocamos con mucha caña, tocamos rápido y agresivo. Somos viejos fuertes.