Dom 09.10.2016
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CULTURA / ESPECTáCULOS › SON JóVENES, TALENTOSOS, DESPREJUICIADOS Y CON HAMBRE DE GLORIA

Las bandas que vienen pisando fuerte

Es el perfil más destacado de los miembros de Hijos de Apolo, Retro y Groovin' Bohemia, tres grupos que ya suenan con fuerza en la ciudad. Rosario/12 dialogó con ellos para conocerlos más.

› Por Hernán Osuna

Son jóvenes, inquietos, despojados de estructuras; con carácter desprejuiciado y una vitalidad incólume. Representan a la nueva generación de músicos locales; millenials de la Generación Y (y algunos de la Z), que accedieron a las nuevas tecnologías con un acceso más fidedigno a las fuentes de aprendizaje. Es decir, si en el pasado la vía de ingreso a todo lo referido a la música discos, libros, métodos de enseñanza de diferentes instrumentos era lento y paulatino, hoy todo cambió: como si fueran membranas semipermeables, los chicos adquieren conocimientos por ósmosis con sorprendente celeridad. No extraña, pues, que haya músicos con un gran dominio del instrumento a su corta edad y con amplia erudición musical. En ese sentido, Rosario no es la excepción.

De la nueva camada de recientes valores que redefinen el sonido de la música en el siglo XXI, se destacan tres grupos, que sin dudas, ya pisan fuerte en la ciudad. Jóvenes sub 20 y sub 25 en algunos casos, que, pese al haber nacido en una sociedad de consumo globalizada, pretenden volver a las raíces primitivas del rock, funk y blues. Chicos que en, una cultura del desapego y de la discontinuidad, reivindican el hecho de juntarse a crear buena música y pasarla bien: Ellos son Hijos de Apolo, Retro y Groovin' Bohemia. Conozcamos qué piensan, cómo son y qué planes tienen con sus respectivas bandas.

En primer lugar, quien tomó la palabra fue Martín Buszano, guitarrista de Hijos de Apolo, banda de rock, funk, pop y blues surgida a fines de 2015. Ante la pregunta sobre cómo se dio su primer acercamiento a la música, el artista explicó: "Mi papá ya tocaba y lo primero que aprendí fue por parte de él. Empecé a tocar la guitarra tras escuchar AC/DC. Tenía una Gibson SG como la de Angus Young. Ahora estoy más metido en el estilo de Ritchie Blackmore con Deep Purple.". Una situación similar generó el aproximamiento de Martín Vacchiano a ese mundo. El cantante y guitarrista de Retro, agrupación basada en el sonido de las bandas de rock de los 60's y en la mixtura de blues, funk y rock psicodélico, afirmó: "En mi casa siempre se respiró música. Cuando escuché por primera vez Led Zeppelin II me di cuenta que quería tocar la guitarra". Por su parte, Nicolás Chiocca, al frente de Groovin' Bohemia, banda funk que acaba de ganar el concurso de bandas Pre Primavera, aseguró que su primer contacto vino de la mano de Sumo. "Luego derivó todo en Pink Floyd, el soul y funk", comentó.

Si bien sólo le quedan dos meses al 2016, la actividad de las tres bandas es bastante intensa. Hijos de Apolo acaba de finalizar la grabación de su primer disco en Longplay Recors, propiedad de Martín Valci. "La idea es presentarlo a fin de año. En cuanto a shows ya programados, tenemos una presentación este lunes 10 en el bar El Cairo y otra el 23", explicó Buszano. Por el lado de Retro, el panorama es parecido: "Estamos terminando un EP de seis canciones. Luego vamos a tocar el 15 de octubre en Buenos Aires, el 21 del mismo mes en Nómade (Rosario) y el 5 de noviembre también acá, en el bar La Chamuyera", reveló Vacchiano. Groovin' Bohemia, por su parte, concibe las cosas con otra óptica: "En este momento no tenemos grabaciones ni shows previstos. De todas maneras, el fin de semana pasado tuvimos un evento importante, La Cachi Primavera. Fue una fiesta de disfraces con baile, intervenciones de danza contemporánea, DJ's y música. Hubo más de 600 personas. Una locura", aseguró su cantante.

Como se mencionaba anteriormente, ninguno de los tres entrevistados pasa la barrera de los veinticinco años de edad. Son chicos nacidos en los años noventa que sin embargo ya perciben a la música como un arte que le da sentido a su existencia. Y piensan hacer de ello una profesión. "Me quiero dedicar a esto, porque es lo que más me gusta", manifestó Buszano. Vacchiano, de Retro, puntualizó: "Puse las fichas en la música. Pienso vivir de ella. Me gustaría llegar a que mucha gente escuche lo que hago. Chiocca, el frontman de Groovin', fue aún más categórico. "La verdad es que no me queda otra que dedicarme a la música. Me salva la vida. Me gustaría lograr que la gente disfrute de un encuentro en donde pueda expresarse", aseveró.

¿Qué tiene que tener un grupo para que funcione adecuadamente y pueda perdurar con el paso del tiempo? ¿Cómo se hace para generar una estabilidad que permita a la agrupación seguir adelante pese a los contratiempos y divergencias que puedan surgir? El encargado de las seis cuerdas en Hijos de Apolo, subrayó: "Lo principal es que haya una buena relación entre todos los componentes. Si hay química y todo suena bien, es perfecto. Tiene que haber una línea de pensamiento más o menos similar o, al menos, una manera pacífica de debatir las cosas. El líder de Retro, adhirió: "Son muy importantes las relaciones personales, pero también todo debe ser encarado como un trabajo serio en equipo. Si se quiere vivir de esto y que mucha gente te escuche, hay que tomarlo con seriedad.". Y Chiocca, de GB, resumió: "Tiene que haber amor por la música".

La nueva camada de jóvenes rosarinos, esa prole que creció entre la Generación Y y la Z; gente que conoce en profundidad lo que es Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp u otras redes, muestra dos caras. Por un lado, un deseo de tenerlo todo "ya". Pero por el otro se percibe a una gran cantidad de chicos y chicas que desean establecer un cambio frente a la vertiginosidad del mundo. En ese sentido, el arte juega un papel fundamental a la hora de generar un sentido de pertenencia. Pero, ¿qué pasa con la música? ¿Hay interés por parte de la juventud? ¿O falta motivación? Martín Buszano, observó: "Depende. Hay muchas bandas que están tocando. Hay que saber bien dónde buscar también, pero quizás sería mejor que haya más difusión", añadió. "Hay mucha gente interesada y con mucho talento. Lo único que falta es que haya una apertura de conciencia en la sociedad y que haya más lugares en donde los grupos puedan explayarse", resaltó Vacchiano. Chiocca, expresó, entusiasmado: "Veo un montón de energía que quiere ser canalizada. El joven de hoy está inquieto y ávido de cambios. Desde el que va a un boliche o a un recital: hay ganas de algo distinto y nuevo. Se está dando un punto de quiebre en la sociedad", concluyó.

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