Escrito en 1972 por Leónidas Lamborghini, el poema "Eva Perón en la hoguera" es una potente relectura de La razón de mi vida, de Eva Duarte. En 1994, la pieza tuvo su versión teatral en la piel de Cristina Benegas, que dirigida por Iris Scaccheri trasladó a escena a ese escrito "extraordinario, un texto roto, sesgado, una deconstrucción del discurso, no hay un solo verso que termine una frase, que tiene una estructura de vanguardia, pero que es tanto o más extraordinario desde lo ideológico, lo político". Así lo define la propia actriz, que en 2013 decidió reponer un trabajo que, por estos días, recobra una potencia furibunda.

"Hay que volver a ponerse este texto en la boca, en el alma, enunciarlo. Dice mucho de todo lo que nos está pasando", distingue a Rosario/12 Benegas, que esta noche volverá a presentar Eva Perón en la hoguera en la ciudad, en una función que se desarrollará desde las 21 en La Comedia (Mitre y Ricardone) y que marcará el cierre del Primer Congreso Internacional de consumos problemáticos y sufrimiento subjetivo, organizado por Cooperativa Communitas.

El regreso de la actriz y directora tendrá lugar en medio de los actos celebratorios por los treinta años de El excéntrico de la 18, el espacio que fundó en Villa Crespo y que por estos días dirige su hija, Valentina Fernández de Rosa. "En estos treinta años nos pasó de todo, como a todos los argentinos. Estamos muy contentas de haber resistido, de seguir resistiendo, de haber apostado por un espacio de resistencia cultural", sintetiza Benegas sobre ese proyecto clave para el teatro independiente bonaerense, para cuyos festejos también montó esta nueva versión de Eva Perón..., sobre la que apunta: "Cuando estrené en 1994 fue en la inauguración de la Librería Gandhi, frente al Teatro San Martín, en calle Corrientes. Fue un trabajo precioso que hicimos con Iris, de una enorme fisicalidad. En este momento, unos cuantos años después, no lo haría así, no sólo porque no me expondría a caerme o algo así, sino porque también, con el tiempo, el texto me sugirió otras cosas. Hay toda una resignificación en cada momento histórico. Así como en aquel momento, en pleno menemato, el de Eva era una especie de fantasma furioso, que se encontraba con esa Argentina desmantelada, creo que ahora podría pasarle otro tanto a este fantasma de Eva. Creo que en este momento se pondría igualmente furioso".

- El texto no puede dejar de pensarse también como una reivindicación de la militancia, tan denostada últimamente por determinados sectores de poder.

- Exactamente... Creo también que es un acto de resistencia. Hace un par de meses fui a hacerlo a Córdoba y pensaba: "Acá no va a venir nadie, acá ganaron por más del 75 por ciento de los votos..." (risas). Pero vino un montón de gente, ¡que obviamente no eran los del 75 por ciento! Creo que realmente es un texto de batalla, épico. Por ahora no voy a renunciar a hacerlo. Ha vuelto para quedarse un rato en mi corazón.