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Florencia Ruiz (banjo y voz) y Natalia Nardiello (piano) conforman el dúo Semilla Negra, que se propone indagar y contar la historia del origen del blues y el jazz. "La idea es invitar a vivir un viaje en el tiempo", cuenta Ruiz, acerca de la presentación de esta noche a las 21.30 en el teatro del Parque de España. "Armamos una puesta que mostrará cómo era una noche de voudeville en los años 20, que en realidad era un teatro de variedades que tenía música, malabares, danza, acrobacia y otras cosas", resaltan.

"Nos conocimos hace casi diez años gracias a Ciro Fogliatta, pianista de Los Gatos", relata Natalia acerca del origen del dúo. Charlaron y quedaron en hacer algo juntas, empezando con temas de country blues, buscando composiciones de mujeres, especialmente de Memphis Minnie de quien grabaron Me and my chauffer.

Ruiz venía del jazz tradicional y Nardiello del blues. "Armamos el proyecto y me acuerdo que el segundo show fue en La Comedia en 2008. Tuvimos la suerte de poder participar en aquel último festival Santiago Grande Castelli, que lamentablemente no se hace más", cuenta la pianista. Era novedoso lo de Semilla Negra en ese festival porque no había propuestas femeninas y fueron convocadas para hacer blues, un género que no existía en ese prestigioso evento.

Florencia toca el banjo desde los quince años y conoció el jazz por su padre saxofonista. "Cuando vi el banjo me enamoré de él, dije 'yo quiero tocar eso'. En esa época se escuchaba jazz tradicional en la radio y había muchos festivales, ahora está como apagado, en la ciudad y en el país", expresa la cantante del dúo. En el show de esta noche explicarán el origen y la idea de las canciones, casi de manera pedagógica.

"Contamos qué es lo que dice la letra, nos preocupamos por eso", afirma la pianista. Canto a Oxum, con la que cierran el disco, sintetiza la idea y el concepto del dúo. "Es un canto de los yorubas, una etnia de lo que hoy se llama Nigeria, que fue llevada como esclava a distintas partes de América y fue una de las primeras que llegó a Luisiana. También llegaron a Brasil. Según si sus dueños eran ingleses, españoles o portugueses, los dejaban o no practicar su cultura", explica la cantante.

"La idea es unir lo afro del norte y el sur en este tema, porque los yorubas estuvieron en toda América", completa. No les fue fácil que las acepten como cultoras del afro. "Acá en Rosario hay una movida afro importante. Nos decían que el blues y el jazz eran de elite y nos miraban raro. Y no, es una música que nació de gente pobre, de los esclavos que encontraron con la música una forma de expresión de libertad", enfatiza la banjista. Country blues y voudeville son las dos vertientes que Semilla Negra considera para armar repertorio.

En el disco hay un tema instrumental de jazz tradicional propio, Soñando New Orleans, compuesto por Ruiz. "Estamos componiendo cada vez más. Natalia tiene un boggie boggie, yo hice un góspel. Hay varias cosas desarrollándose con la idea de renovar y ofrecer cosas nuevas dentro de este mismo estilo, pero desde lo que cada una tiene para decir", explica.

Nardiello tiene clara la referencia y la influencia de Ray Charles. Para Ruiz el asunto se complica porque hace música que no es típica del banjo. "He tomado cosas de Gus Cannon que hacía blues con banjo, pero de cinco cuerdas y yo toco uno de cuatro. Más cosas tomo de guitarristas, pero no es trasladable al banjo", expresa Florencia.

Lo cierto es que sin hacer una transcripción literal de las obras se siguen sorprendiendo por el resultado del encuentro del banjo con el piano. "Es muy bueno tímbricamente", comentan al unísono.

La puesta en escena tiene escenografía y vestuario de época, para reproducir teatralmente la forma de hacer música de la población negra norteamericana. Habrá músicos invitados y participará el grupo Iro Baradé (danzas iorubas).