Destacado en el balance del año pasado como uno de los dramaturgos locales más prolíficos de las últimas temporadas, Leonel Giacometto es el responsable de "Fingido" una de las obras ganadoras del Concurso 2006 de Proyectos para subsidios de co-producción del Area Teatro dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad. El dramaturgo y los actores Nancy Barbero y Alexis Muiños; dialogaron con Rosario/12 acerca del proyecto que se estrenará el 2 de marzo. Después de compartir la experiencia de "De nuevo la furia"; Giacometto decide reunirse con Barbero y Muiños para retomar el camino de la experimentación a partir de la improvisación actoral.

"Yo venía trabajando -comenta Giacometto- con el tema de la dramaturgia del actor en `De nuevo la furia' y en `Opera Negra' y como algunas cosas no me cerraban con respecto a ese tema; se me ocurrieron una serie de pautas a partir de la manera de trabajar que era improvisar sin límites de tiempo, sin delimitación del espacio, y con ciertas intervenciones sobre lo textual".

Dos temas fundamentales atraviesan estas improvisaciones y tienen que ver específicamente con lo que se denomina "la cocina teatral": Lo que sucede en los ensayos, y por otra parte el recurrente tema de lo político.

Para organizar todos estos materiales, el autor de "Arritmia" se plantea una serie de pautas a las que denomina Dogmas, muy al estilo de lo que sucedió en el cine con el movimiento liderado por el director Lars Von Trier. Algunas de las consignas de este Dogma elaborado especialmente para trabajar con la obra "Fingido"; ilustran la metodología que Giacometto propuso para compartir como herramienta de trabajo con sus actores. (Ver recuadro)

La idea del autor de "Madagascar" es "llevar la llamada dramaturgia del actor a un límite que implicaría no bajar a un texto todo el material de improvisaciones que surge de lo que está produciendo el actor bajo la mirada del director o dramaturgo, para aprovechar de esa forma, la energía que está en esas improvisaciones pero con el marco de postas o lugares a los que los actores tienen que llegar dentro de la historia que se está viendo en escena".

Esta experimentación que implica un alto grado de riesgo tanto para los actores como para el espectador tiene sin embargo algunos anclajes que preservan ciertas formas de la estructura dramática. La obra seguirá siendo la misma en cada función, pero el espectador va a encontrar distinta energía, distintos matices dentro de la historia, la obra no cambia, los textos sí.

En uno de los puntos del Dogma se plantea que "una secuencia del acontecimiento deberá contener dos escenas en la que la segunda desacreditará a la primera",y en "Fingido" es justamente la escena que tiene que ver con el tema de los desaparecidos.

Este tema será seguramente uno de los más polémicos a la hora de la recepción ya que muchos no encontrarán un desarrollo tendencioso a favor o en contra de un tema tan vigente como espinoso de tratar teatralmente.

La idea -según Giacometto- es llegar a un extremo con el tema de los desaparecidos para desarticularlo, situación que se da tanto en lo formal como en lo textual, la obra va desacreditando todo lo que la escena anterior postuló.

El dramaturgo porteño Luis Cano con su obra "Los Murmullos", hace un quiebre con el tema de los desaparecidos; cuestionando la actitud de los teatreros argentinos y su incapacidad para dar cuenta de ese tema ,en mi caso pensé que dada nuestra edad, yo tengo 30 años y los actores entre 22 y 25; se da inevitablemente una revisión de esa situación y tiene que ver no con minimizar pero si desacralizarlo en escena.

Otro de los temas centrales de "Fingido" es el teatro dialogando con el propio teatro: "Hay muchos guiños a la cocina del teatro independiente, por un lado mostramos cierta cara del hecho teatral, los ensayos; las improvisaciones, el ante y el después de la obra-acota el autor de "Santa Eulalia".

De acuerdo a estos postulados podría pensarse en una propuesta que le cierra las puertas a un público "no entendido", argumento refutado por el director cuando precisa que hay algunas pautas de acercamiento con ese publico no conocedor de la cocina teatral, no al explicar qué es el teatro independiente sino cuestionando el echo de que estamos haciendo este teatro y que el publico no lo conoce pero podría conocerlo.

Citamos en escena, nombres que van desde Ricardo Bartis que es alguien no conocido por el público masivo; pero sí Julieta Diaz y Betiana Blum.

Uno de los disparadores más vitales de "Fingido" se puede rastrear en algunos párrafos de la obra "Cuarteto", del notable dramaturgo Heiner Müller.

"En el 2006 tuve un acercamiento con la obra de Heiner Muller, y me fascino su obra Cuarteto; la atmósfera de esos personajes se fue contagiando de toda la obra, esa atmósfera de la confrontación de sexos que plantea Muller está presente en toda la obra más allá de lo que ellos representan", dice Giacometto.

Por su parte, para los actores Alexis Muiños y Nancy Barbero este proyecto implica un desafío que los tiene como protagonistas fundamentales del resultado final. "Me generó bastante conflicto -comenta Muiños- ,por momentos sentía que no era yo mismo el que estaba en escena pero tampoco sentia que estaba actuando, no tenía definido en que lugar estaba, es una experiencia de riesgo constante con alto nivel de exposición pero valoro la libertad que se nos dio para trabajar las escenas".

Nancy Barbero hace un paralelismo con sus actuaciones anteriores: "En las otras obras en las que actué yo estaba mas distendida, aquí no tenés muchos lugares para escaparte, la luz te muestra tal cual, sin maquillaje, sin forma corporal, sin tono, tampoco el texto que a veces sirve para guardarte, estas muy expuesto y es bueno".