Mié 31.01.2007
rosario

CULTURA / ESPECTáCULOS › EL ROSARINO JORGE VARIEGO, INTERPRETE Y COMPOSITOR

Un clarinete de exportación

Radicado en EE.UU., donde realiza una maestría, ejerce la docencia y ofrece recitales, el músico considera a la actividad creativa como "una necesidad personal de expresión, no un medio para la masividad".

› Por Marisol Gentile

En el año 2003, el rosarino Jorge Variego ganó la beca Antorchas﷓Fulbright para realizar estudios en el exterior, y desde entonces se halla radicado fuera de la Argentina, en la ciudad Pittsburgh (Estados Unidos). Actualmente se encuentra terminando en la Universidad de Carnegie Mellon una maestría en composición y clarinete. Además se dedica a la docencia, trabajando como profesor de clarinete, saxo, armonía y música del siglo XX. "Aquí la competencia es mucha y desde muy temprano", cuenta a Rosario/12. "Hay mucha gente que hace lo mismo y a un gran nivel. Eso mejora tus estandares y te exige mucho estudio y dedicación, hay que reinventarse constantemente y buscar las oportunidades". Ccomenzó sus estudios en el Pro Música de Rosario, para luego proseguirlos en la Escuela de Música de la UNR, paralelamente a estudios particulares en Buenos Aires. Reconoce como sus maestros a Mariano Frogioni y Michael Rusinek en clarinete, y Dante Grela y Leonardo Balada en composición.

Con una intensa actividad como clarinestita y compositor, que incluye conciertos como solista y presentaciones de obras propias, el 2006 ha sido una temporada muy productiva en donde ha estrenado trabajos en Texas, Arizona, Tennessee y Pittsburgh, además de recibir propuestas para este año. Interesante es su doble actividad de creador e instrumentista, ya que a la hora de componer, el hecho ser intérprete da una perspectiva distinta de la pieza, ello sin mencionar claro la gran diferencia que significa poder interpretar el mismo autor sus propios trabajos. "Hablar de cómo suena mi música es difícil, pero puedo decirte que me interesa mucho asumir riesgos en lo que hago. Ahora estoy trabajando en una pieza para nueve flautas que se estrena en abril próximo en la Middle Tennessee State University, con flauta bajo, alto, y secciones de nueve piccolos. Siempre la idea es ir un poco mas allá de mi pieza anterior".

Variego además agregó que "mi forma de trabajo es simple: parto de un bosquejo de la pieza en papel y lápiz donde tambien agrego ideas y material de texturas, diseños, tempos y demás. Trabajo mucho mejor en el piano porque la respuesta del instrumento me obliga siempre a pensar más e imaginar de una forma más pura, en cambio en la computadora la respuesta es imediata y creo que muy fácilmente revierte el proceso creativo y uno pasa a escribir en base al inmediato feedback que te da la máquina".

Destacando la influencia que sobre él tuvo su abuelo Mino, bandoneonista y tanguero, tiene como referentes a muchos compositores tanto de la llamada "música académica" como de la "música popular", entre los que cita a Ravel, Stravinsky, Bartok, Messiaen, Ligeti, Berg y Schoenberg en la primera instancia, y a Piazzolla, Coltrane, Miles Davis, Bill Evans, Wayne Shorter, Sammy Nestico, Quincy Jones y Thad Jones en la segunda. Al respecto agregó que "me interesa mucho el manejo de Juan José Saer en la estructura de sus obras. En su Limonero real describe de forma magistral el mismo evento desde distintas perspectivas. Un evento simple tratado con la máxima complejidad, eso me interesa mucho transpolar en mi música".

La respuesta del público ante sus obras es siempre es muy diversa pero satisfactoria. "Recuerdo cuando el año pasado estrené una pieza para septeto de cornos en una iglesia de Castle Shannon, Pennsylvania. Al terminar el concierto se me acercó el párroco y me dijo que le habían gustado mucho los efectos estereofónicos en la pieza, y que en había percibido un cierto efecto Doppler (en una sección de la pieza donde los intérpretes hacen una pequena coroegrafía). Yo me quedé impresionado de la cantidad de cosas que había podido comunicar con 8 minutos de música".

Por tal, y basándose en su propia experiencia, es que cree que la masividad no está en la cabeza de ningún compositor de música contemporánea. "No creo que Ligeti haya imaginado a 10 mil personas coreando en el Monumento a la Bandera su Lux Aeterna. En mi caso la actividad creativa es una necesidad personal de expresión, no un medio para la masividad".

Con una nutrida agenda y varios proyectos por venir, que incluyen presentaciones con The Point Orchestra y la Pittsburgh Youth Chamber Orchestra, entre otras, este joven músico, que fuera en el 2004 seleccionado como artista residente en el Pittsburgh Center for the Arts, continúa radicado en Estados Unidos, aunque aclara que le gusta mucho viajar, "y si es para Argentina, mejor".

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