"Nadie le dio ninguna solución", dice Prece al relatar la odisea de Silvia Cochet. Cuenta que la nieta del artista habló en vano con Julio Rayón, y que Fernando Farina no tenía lugar en el Museo Castagnino para el legado de su abuelo. Pero cuando recurrió a la Secretaría de Extensión Cultural de la Escuela de Bellas Artes de la UNR, Emilio Ghilioni le diseñó un proyecto de sala para erigir junto a la casa-taller.

Luego de que la municipalidad de Funes destinara un subsidio de la provincia a enrejar la casa, Silvia decidió convocar a los vecinos que cuidaban la casa y recordaban con cariño al abuelo. A través de una comisión se logró recaudar lo necesario para empezar a darle forma al sueño. En tanto, Prece trabajó en la investigación y organización de un fondo bibibliográfico para la futura casa--museo. "Los vecinos no sólo construyeron la sala sino que enriquecieron el proyecto, tendrá un segundo piso con talleres para la comunidad. ¡Un museo vivo, un proyecto autogestionario en perfecta sintonía con los ideales de Gustavo Cochet. Y todo idea de ellos!", se entusiasma Prece. En abril del año pasado se realizó la exposición Cochet Contemporáneo en el CAMP. "Después de la exposición llamó la senadora Roxana Latorre para decirnos que se había otorgado un subsidio de 40.000 pesos para terminar el proyecto. Aunque todavía faltan cosas, la idea es inaugurar el museo para el cumpleaños de Cochet, el 4 de abril".