Lejos de los best-sellers pero cerca de quienes consideran al libro como una herramienta imprescindible para adquirir conocimientos, UNR Editora, la editorial de la Universidad Nacional de Rosario, desde hace más de una década mantiene un ritmo de trabajo que le permite lanzar al mercado un promedio de 75 títulos por año. "Somos la editorial universitaria más grande del país", señala el director Eduardo Creus, teniendo en cuenta que Eudeba, la histórica editora de la Universidad de Buenos Aires, está más cerca del campo privado que del estatal. Para mostrar sus títulos, la UNR tendrá un stand en la 33º Exposición Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se realiza en el Predio Ferial de Palermo desde mañana y hasta el 7 de mayo (ver aparte).

Mantener un ritmo de edición de casi tres libros por semana, en momentos que la letra sobre papel pelea con la Internet, no es poca cosa para una entidad inserta en un institución escasa de recursos como la universidad nacional. "Funcionamos como una empresa privada, pero sin fines de lucro", precisa a Rosario/12 el director Eduardo Creus. Es que si bien la Universidad paga los sueldos de los 28 empleados -incluidos los de su planta impresora propia-, el resto de los recursos para el funcionamiento deben surgir de la venta de ejemplares. "La UNR no nos da un peso, pero como el objetivo no es ganar plata, los ingresos se destinan a la edición", señala Creus.

Con germen en el Servicio de Publicaciones, nacido junto con la Universidad Nacional de Rosario en 1968, la editorial universitario fue fundada como tal en 1989. Su etapa más fructífera comienza en 1995, habiéndose editado desde entonces más de 900 títulos. Y si se toma como punto de partida el inicio de la vida democrática en 1983, la Universidad editó 1.100 títulos, con más de medio millón de ejemplares, a un promedio de 500 por cada título.

Justamente esta última cifra devela una de las razones de ser de UNR Editora. "A diferencia de otras editoriales, no vamos en busca de títulos que produzcan grandes réditos económicos ﷓acota Creus﷓, sino que ofrecemos a todos los integrantes de la Universidad y de la cultural de la ciudad la oportunidad de publicar y divulgar sus trabajos". Así es como en los estantes conviven títulos como "Ordeñe de vacas con ondas electromagnéticas" con volúmenes de cuentos o novela, en una escala de edición calculada para la demanda potencial que cada obra puede tener entre los estudiantes de una cátedra o en el principal punto de venta al público de las obras: el quiosco propio de Peatonal Córdoba y Corrientes, que la UNR comparte con la Editorial de la Municipalidad de Rosario. Esta buena experiencia hizo que ahora se prevea abrir otro quiosco en la plaza Sarmiento, y se estudie la posibilidad de instalar un tercero en la Terminal de Omnibus.

Las ediciones se agrupan en dos grandes sectores. Las que por su contenido y proyección llevan el sello de UNR Editora en la tapa, cuentan con el aval académico de cada casa de altos estudios, y así forman parte de la "Colección Académica". En esta, las facultades de Humanidades y de Ciencia Política son las más demandantes de ediciones. El resto, sin aval académico pero obras de autores de nivel reconocido, integran la "Colección Divulgación".

En ese sentido, la Editora es uno de los pocos refugios para quienes buscan publicar su primera obra. La edición mínima aceptada es de 300 ejemplares, con un costo que ronda entre los 6 y 7 pesos cada 100 páginas. Por lo que un libro de esas características llega al público con un valor final de entre 10 y 15 pesos. El bajo precio de cada ejemplar tiene también como objetivo desalentar el fotocopiado, una de los grandes problemas que afronta la industria editorial. Así, el "costo-bolsillo de estudiante" de un volumen obligatorio en alguna de las doce facultades que utilizan los servicios de la UNR Editora, difícilmente supere el valor de su fotocopiado.

Además "no pagamos derechos de autor -aclara Creus-, sino que le damos un 8 % en ejemplares, un invento nuestro". El sistema parece ser motivador, porque entre dos y tres autores por día se acercan a la sede de Urquiza 2050 con su original bajo el brazo. De hecho, en lo que va de 2007 ya se editaron 25 títulos, hay 35 ya comprometidos y existen 60 pedidos de publicación. "El sello es una marca de prestigio, aunque algunas veces perdamos plata con algunos títulos", dice el director.