Formada en 2005 luego de que el proyecto presentado por los maestros Javier Martínez Lo Re y Martín Tessa recibiera el respaldo de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, la Orquesta Escuela de Tango tendrá este año su primer promoción. Generado con la intención de formar a músicos a partir de la práctica activa del género, desde su surgimiento el proyecto logró una importante aceptación, lo que derivó en la conformación de dos organismos paralelos, permitiendo así distribuir a la importante cantidad de inscriptos. A casi dos años de su surgimiento, el próximo sábado será el noneto de la Orquesta Escuela el que vuelva a los escenarios, en un concierto que tendrá lugar a las 23 en el bar Berlín de Pasaje Zabala 1128.

En diálogo con Rosario/12 fue Martín Tessa, director del noneto, quien relató el surgimiento de la Orquesta Escuela: "Nosotros fuimos con Javier Martínez Lo Re a presentar el proyecto con la idea de armar en Rosario una Orquesta Escuela, algo que en Buenos Aires ya existe. La intención es recuperar a la orquesta, el lugar donde los músicos de años y años, sobre todo en las décadas del 30 y 40, podían formarse. Nosotros por tenemos al Cholo Montironi, que a los 14 años empezó a tocar en orquestas de tangos, que era el ámbito donde se aprendía el género. Pero por el tema económico las orquestas fueron desapareciendo, porque no es lo mismo bancar 14 músicos que a un dúo, un trío o un cuarteto".

Con el tiempo, esas pequeñas formaciones fueron a su vez reemplazadas por los discos, algo que se sostiene por estos días. "Ahora todas las milongas son con pistas --reconoció Tessa--. Pero sobre todo se fue perdiendo el tema de que aparezcan músicos de género, que son contados. Por ejemplo, en mi generación algunos músicos arrancamos con la orquesta del Instituto Provincial del Profesorado de Música de Rosario (IPPM) que dirigían Javier y Pepe Ferrer. De esa orquesta salieron un montón de músicos que ahora están desparramados por el mundo. Es un ámbito del cual nacen muchos músicos, y ésa es la idea del proyecto, que acá salgan músicos teniendo bien en claro lo que es el género y que surjan nuevos grupos. Que a partir de esto los músicos armen sus propios grupos".

Una vez aprobada la conformación del organismo, comenzó el proceso de inscripción para conformar una única agrupación, aunque la cantidad de interesados alteró los planes, derivando en la creación de la orquesta y un septeto, que hoy ya suma diez integrantes. Mientras tanto, el año próximo una nueva camada de músicos ingresará a la Orquesta Escuela, ratificando el continuo acercamiento de los jóvenes hacia el tango, algo menos frecuente una década atrás, según ejemplificó Tessa a partir de su propia experiencia: "Yo arranqué a tocar tango gracias a Marcelo Stenta, que era mi maestro de guitarra y con quien empecé a sacar tangos, y a Juanjo Domínguez, que me voló la mente. Después hice un taller de arreglos con Javier Lo Re, en el 97, y un año después me llamó para ser parte de la orquesta que estaba armando. Esa orquesta arrancó como noneto, con tres bandoneones, tres violines, guitarra, piano y contrabajo. Hoy, por ejemplo, en las dos orquestas nosotros tenemos siete bandoneones, siete violines, es importante la cantidad de gente que está participando, además con mucha predisposición, mucho interés".

Las proyecciones, en tanto, permiten imaginar una continuidad en ese proceso de formación. Proceso que en la actualidad le permite a los músicos acercarse a un repertorio vasto, según apuntó Tessa. "A comparación de la orquesta de Buenos Aires, que ya tiene ocho promociones, nosotros estamos viendo cómo es el tema en cuanto a las próximas orquestas, qué arreglos vamos a darles, cómo vamos a seguir trabajando. Hasta ahora viene rindiendo muy bien, pero hay que ver qué nivel de músicos hay para las próximas orquestas. En general yo estoy trabajando con temas de la Guardia Vieja, y después algunos temas de Piazzolla o Julián Plaza, que son más contemporáneos. Otra cosa que estuvimos trabajando con el noneto, y no con la orquesta porque es una formación muy grande, fueron los arreglos a la parrilla. Esos arreglos los hacían ellos a partir de pautas que le dábamos Javier y yo. En general lo que se hace es que aprendan lo más importante del género, la forma de acentuar, articular las notas. Troilo tiene una frase en la que habla de la mugre del tango, y tocando en una orquesta, con un grupo de gente, lo primero que aprendés es que tenés que dejar los egos de lado", explicó el director.

Claro que, por estos días, aquellos que culminen con su paso por la Orquesta se descubrirán en un mercado local aun hostil. "Está complicado. Hoy debe haber dos o tres lugares en los que se está tocando. El marco es horrible, y eso te lo demuestra lo que pasó con la orquesta del IPPM, porque los músicos están todos tocando tango, pero fuera del país", concluyó Tessa.