Cuando restan 24 horas para que se venza el contrato de locación con los propietarios del inmueble, el futuro del cine El Cairo es aún incierto. Estipulado hasta el 30 de junio de 2007, el alquiler de la sala por parte de la Compañía Monumental llegará a su fin, lo que allanaría el camino para la posible venta de un edificio que es patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad. En ese contexto, la presencia de los propietarios en Rosario es un secreto a voces, y por estas horas se estaría definiendo la suerte de la histórica sala de Santa Fe 1120, que mañana podría llegar a tener su último día de proyecciones.

Sin embargo, el movimiento Amigos de El Cairo no se ha resignado, y ha abierto el frente de lucha a diversos sectores. Porque a los bonos contribución emitidos con la intención de sumar, esencialmente, a los empresarios de la ciudad, se agregó ahora una fuerte apuesta política: la de lograr la aprobación del proyecto de ley que Mónica Peralta presentó en la Cámara de Diputados de Santa Fe, y que tiene como objetivo conseguir la expropiación del inmueble junto con sus maquinarias e instalaciones.

Con un valor de 700 mil dólares, el edificio es propiedad de algunos de los titulares de la ex Sociedad Exhibidora Rosarina, quienes además forman parte del grupo accionario que maneja la Compañía Monumental, que a su vez debe afrontar el alquiler mensual de El Cairo. Sin embargo, ése no parece resultar un negocio redondo para los dueños del inmueble, quienes estarían en Rosario delineando la estrategia de venta.

Aunque la intención de los Amigos de El Cairo fue la de recaudar fondos a través de los bonos contribución, la abultada cifra continúa siendo inaccesible. "Me parece que los empresarios, así como el gobierno municipal, provincial y nacional, pueden aportar desde su lugar. Como ciudadanos nosotros lo que estamos haciendo es plantear que no queremos que el cine se cierre, buscando preservar nuestra identidad y memoria. No puedo decir que lo de los bonos fue un fracaso, pero sí puedo hablar de compromiso", manifestó en ese sentido Sandra Bilicich, integrante de la agrupación.

Por lo pronto, los Amigos de El Cairo buscarán ahora intercambiar opiniones con legisladores provinciales, como así también captar la atención del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, según distinguió Marcelo Britos, miembro de la asociación civil: "Acá la idea es seguir peleando con esto hasta el final, y no dejar ninguna puerta cerrada. Hicimos la presentación de la Ley de Expropiación, pero vamos a seguir con los bonos, y vamos a seguir insistiendo con el INCAA para ver si nos reciben. Incluso se puede dar la posibilidad de que esté cerrado, pero vamos a seguir peleando".

Ese espíritu de preservación y lucha que ha movilizado a la agrupación desde diciembre de 2006 es el que este domingo podría verse puesto a prueba una vez más. Es que en una jornada donde las elecciones primarias marcarán la agenda mediática, El Cairo verá cumplido su contrato de locación, y de ser requerido por parte de los propietarios, sus puertas podrían cerrarse. Aunque, desde la otra vereda, la promesa de lucha sigue en pie: "Si nos enteramos que el cine va a cerrar, algo vamos a hacer".