CONTRATAPA › FOTOGRAFIANDO LA ZONA
› Por Adrián Abonizio
* Era verano, ella y él en la madrugada del patio, muertos de calor van a sentarse en el umbral. Poca luz y silencio. Oyen a The Who por radio. El en calzoncillos, ella en bombachita. El viento brujo cierra la puerta. Quedan afuera y en bolas. Paran un taxi, le dicen que los han robado; van hacia la casa de los padres de ella. Entran, alguien paga al taxista. Ella jovencísima, presenta al tipo mayorcito que oficia de novio. Es muy flaquito, se va en otro taxi con ropa del padre que le queda ridícula y pesa el triple. La relación no prosperó. Despechado, nunca devolvió las pertenencias.
* Eran muy amigos. El líder de la banda era carismático y sonaban bien. Empezaron a grabar discos, sonar en las radios, cobrar mucho pero el reparto terminó siendo desigual: Más dinero para la cara del grupo. Lejos de unirse contra él, reclamando, se cerraron sobre sus penas como una fatalidad. Cuando el grupo se derrumbó, el líder no tuvo más que cambiar las piezas y reemplazarlos. Tendríamos que haber estado unidos, recita Mayor, el baterista, en la pieza que comparte con Chelo, el guitarrista. Ignoran que la escena se reproduce a escala monstruosa en empresas exitosas. El líder en los ratos libres, no lee música o aprende canto: Estudia administración de empresas.
* Vive en una casa cargada de fotos siderales, enanitos y hadas. Tiene poderes, ha sanado gente, ganado enemigos y frotado las galaxias. Pero nadie ve que hace ya un tiempo largo ha enloquecido y se encuentra paranoica, acelerada y cruel. El dinero la ha extraviado: Le parece magia que alguno pague seis mil pesos por limpiar un alma. Junta y junta plata y cada vez siente más ruidos astrales y más sombras errantes que se le cruzan. Es la envidia, se dice, mientras toma una sopa en un rincón del laboratorio. Si se viera en un espejo notaría que le están creciendo los caninos.
* -"El padre Grassi es inocente. !Su desprestigio es terrible y las crónicas amarillas se ensañaron con él!", asegura. Luego vira la nave del éter. "Un egiptólogo de El Cairo dijo que hay algo dentro de la pirámide que no es de este mundo. Los judíos saben la verdad pues se llevaron de allí una nave espacial para estudiarla. También está la Biblioteca que subyace debajo de donde se sabe toda la verdad. En una visión con túneles. Esta centuria va a ser plagada de cosas increíbles: la hermandad crece y se van a distribuir los tesoros del planeta", derrama serio el locutor. "Yo todas las semanas me hago uno o dos viajecitos astrales", finaliza como quien cuenta una nimiedad turística.
* "Cazan un mono cerca de la casa de una mujer que dice que ve la Virgen. Es una canalización, no es del tipo mediúmnico", asegura el tipo. El bar tiene aspas de ventilador antiguo en el techo. "En la mediumnidad tu esencia se va y se permite que entre otro. De ahí el mono confundido: Estaba buscando algo espiritual y lo encerraron porque sin querer pisó la zona aúlica". Es panzón, manso, doctoral, huele a perfume barato. Conmueve su perseverancia y la indolencia en la derrota. No habla de fútbol ni de autos ni del gobierno. Está inmerso en su pabellón de profecías. Mirándolo bien, no es dañino. Ahora sale de un impulso: recuerda que debe salvar al tití. Pero se va sin abonar el almuerzo. Y el perjudicado sabe que tiene que pagar por el espectáculo que le ofrecieron. Es justo.
* "Te quiero, te extraño. Estoy viajando con vos", escribe ella. El la quiere, pero no se lo dice; ha tenido unos polvos alucinantes con ella, bajo un cielo cordobés, las estrellas en la ventana, los 26.000 años de los mayas y sus eras, las runas angélicas. Pero lo que más lo azuza es su erección de pléyades, adorada por ella y que la ha impregnado con su montón de agua blanca hasta bien hondo. Moverse en su cintura, ir hasta su casa y quedarse unos días sería la cura perfecta. La radio serrana encendida. Ondas en un estanque, desayuno de pan casero. "Te quiero", confesó al final, sintiendo algo muy potente bajo su vientre y algo más vago en su corazón.
* "Las aves migratorias y las ballenas pierden el norte porque está cambiando el eje de la Tierra. Magnetismo y memoria. Campos magnéticos con una carga eléctrica que al interrumpirse produce extravíos. Nuestra memoria colectiva se pierde junto con nuestro arte, nuestra creencia. Los astronautas han tenido revelaciones, sentimientos que cambiaron sus vidas. Tormentas electromagnéticas del año 2012. Fin del ciclo de la galaxia. 21 de diciembre después de Cristo. Inversión de los polos. Dejar entrar la Ley del Universo. Palpitación del ciclo. Cada sesenta segundos es nuestro ciclo. Cada palpitación de cada ente revela otro tiempo". Ella oye el programa entre bostezos, porque en lo único que piensa hace días es en acostarse con dos hombres a la vez. Lo demás le importa menos.
* "Sos un Enlazador de mundos magnéticos...tienes, según los mayas, el don. El propósito de tu vida es romper con lo viejo, atándote a lo bueno. Es el umbral galáctico...debes cruzar por las puertas del cosmos. Tienes la fuerza vital de la serpiente; dejate fluir mal vaivén de la luna. Gran Orden espiritual. Grupos, fidelidad, lealtad, autoestima. Equilibrio orgánico, paz y amor. Romper moldes como la semilla de adentro hacia afuera. Alegría en el aquí y en el ahora, en el eterno presente. Visión de la mente. Tu liberación es tomarte vacaciones en el cielo. Colaboras con el planeta, alegría de vivir, con buena onda. Trasciendes esta hermosa tarea, oye el que habla de otro. Y si bien está encallecido, se emociona como si se abriera un muro en su alma". Bah, dice, para espantar la fraternidad que percibe en esa voz anciana que lo atraviesa. Pavadas de boludos, piensa. Pero está tocado.
* Ella es alta y fea. Atiende la casa de espejos con actitud de quien está para otras cosas y apenas si responde o va de mala gana a mostrar un producto. En un ángulo de la vidriera hay un impacto y todo el vidrio se halla rajado hasta la base. Que paradoja, piensa él. Como ella sigue siendo desagradable arremete: ¿Y cuánto me saldrá una vidriera como esta, así como está? y recorre ex profeso con las yemas las nervaduras vidriadas. Y en todo el salón se reproduce el encono rubio de su silueta de fémina entrazada para un reino pero que sufre estando en zona de plebeyos, vendiendo trozos de espejos. Espejo, espejito. ¿Quién es la más bella del lugar?. La Maldad es reina, susurra una voz ultraterrena. Y la Soledad princesa. El tercer podio está vacío.
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