¡Salve, Señora de la electricidad! ¡Madre de las serpientes! ¡Oh Medusa! ¿Dónde podré, al menos por esta noche, avistar un poco de claridad? Le ruego a tu bondad un atisbo de certeza. Es que he quedado tan solo. El baptisterio de mi lejano bautismo cayó. Bombas enemigas lo alcanzaron llevándose el reverberar de las voces que en su vientre respondían. Los mosaicos de los pisos deshicieron sus dibujos y los escombros, perennes, me sepultan en presente.

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Medusa supurante de belleza, por tu sangre se volvieron rojos los corales.

Medusa en el grabado japonés y en los dibujos animados.

Medusa de Bernini.

Medusa de Klimt.

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Perseo, figura de tercera línea en el panteón sagrado, logró decapitar a Medusa con la ayuda de Atenea, quien manejó sus manos en el instante del crimen, y de Hermes, que le calzó sandalias haladas, el casco de la invisibilidad y un escudo de espejo.

Así cualquiera.

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El centauro, sobre un frondoso montón de tristeza vuelta parva, quedó inmóvil.

Tan harto de todo estaba que, al alba de un día sin fecha, se dejó atrapar.

Ni la soberbia de los dos sorprendidos cazadores creciendo en detrimento de su bravura le importó. A ellos se entregó sin atisbo de instinto en los ojos.

El sol, durante toda esa jornada, manó ceniza y las aves, con el norte oscurecido, estrellándose entre sí murieron por miles.

Caían del cielo plumas y sangre y los rapsodas, llenándose la boca con la interminable valentía de dos reverendos cobardes, comenzaron a desparramar la mentira.

Nunca hubo buena fe entre los vates del reino.

Desconfíe de la poesía oficial.

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ni existe el lugar ni somos o fuimos ni se oculta en la sombra ni ejerce con ética ni muge la vaca

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Por la ira de Medusa.

Por quienes lucran con el sufrir.

Por amapolas rojas y sincretismos negros.

Por delitos cometidos sólo en el pensamiento.

Por la tercera canción de Artaud.

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Hablando de todo un poco Jesús tenía pies planos. Puedo afirmarlo.

Vi sus huellas.

Fue un golpe letal a mi fe. Otro más.

No daré muchas explicaciones ni me regodearé con las peculiares circunstancias que rodearon al hecho. Sinceramente, no creo que se justifique la pérdida de tiempo.

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Púrpura redundar.

El espectro más bajo de los colores oscuros.

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Pegaso causa un vendaval de desastres al pastar en la parte equivocada del cielo.

Los cartógrafos están enloquecidos. Las aves migran hacia la estéril meseta de los recuerdos. Los tripulantes, alejándose de sus destinos, pierden la noción de pertenencia. Los lunáticos agravaron su dolencia.

Las perlas se vuelven cuadradas por la aceleración.

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Las bestias, tan próximas al sol, sudan alabastro verde.

Seda del deseo.

Hélices frágiles de porcelana.