CONTRATAPA › FOTOGRAFIANDO LA ZONA
› Por Adrián Abonizio
* La frase "agarró para el lado de los tomates", proviene de la observación de que es una planta propensa a empestarse y contagiar a las otras, por ende conviene plantarla apartada. De allí que crezca en surcos, sola, regada con esmero y cuidada con tesón. Su abuelo le hablaba y los gusanitios caían al suelo semimuertos, seducidos por la voz de aljibe del italiano que ningún mal deseaba, salvo que las plantas vivan sanas y felices. Nosotros, los que no detentamos esos poderes solemos embicharnos, entender mal, montar el zaino sencillamente porque oímos confusos, intoxicados por nuestras propias creencias paranoicas. Cuando discute con su mujer, él, remedando a su abuelo, le habla bajito y ella, rendida se calla y pensativa regresa a su caverna de rencor.
* Existe La Tomatina Española donde en las calles se abaten toneladas de tomates y la gente se los arroja entre sí. Según algunos historiadores, su origen se debe a una broma. Un hombre estaba en la plaza del pueblo cantando y tocando música, cuando un grupo de jóvenes que le escuchaban empezaron a lanzarle tomates que sacaron de un puesto de frutas y verduras de la plaza, debido a que cantaba muy mal. Todo el mundo decidió unirse y terminó en una batalla de tomates. "Una bolsa preciso", pensó el hombre mientras oía al grupo folclórico aullar demagogias en el festival. "Y un crédito para adquirirlos", culminó.
* Silvia fue su primera novia. Cuando la besó por vez primera ella se rió histéricamente y luego se puso toda roja. El se sentía agrandado pero le sudaban las manos. No obstante creyó que tenía el mundo a su favor. Al tiempo ella empezó a hablar acerca de otro pibe y todos lo supieron: Se había acostado con el extranjero, había perdido su virginidad, cosa terrible en aquellos tiempos. El se acomodó a las circunstancias dolorosamente pero no dudó en reprochárselo cada vez que la tuvo cerca, para que ella ardiera sino en los fuegos infernales al menos en la coloradura intensa de sus cachetes de tomate.
* "La Ley Tomate" inhibe en Panamá a los bebedores excesivos de alcohol su ingesta luego de una hora determinada durante los festejos del Carnaval. Por aquello de "tomate una, tomate dos, tomate otra".
* En Colombia, Daniel Quinteros Calle es fundador del partido Del Tomate. Dicen querer propiciar y apoyar leyes en un todo progresistas. Su distintivo son remeras blancas como apología de la no corrupción. Pero les llaman "Los falsos indignados" porque según dicen aman el dinero, el poder intensivo y son extremadamente liberales al punto de vender al país, quizás por un cajón de tomates.
* Hace unos días murió Paco de Lucía. José Hernández Torres, más conocido como "Tomatito" es la guardia brillante de la renovación del flamenco tocado. "Hemos perdido al amo de la guitarra" declara a la vez que suspende su concierto. Un portal español, acertadamente o surrealísticamente culinario pone en tapa "Tomatito triste en Jerez". Parece una receta exótica para beber, el nombre de un trago.
* "Tomate el buque", aconsejaba un malevo a otro quien acababa de achurar al "punto" ya finado en el piso. "Se tomaba el Conte Roso propiamente acomodada", cantaba Rivero haciendo alusión a la percanta que lo dejara en pampa y la vía. La referencia al barco pertenecía a la jerga popular y constituía la referencia a una línea de barcos italianos construídos en homenaje a la familia Saboya. "Rajá, espabilate, hacete humo", enunciaba el argot. "Tomátelas", era el más común.
* Eran muy pobres y la racha seguía. Almorzaban tomates con unos yuyitos, todos extraídos de la quinta de la casa. De postre se servían tomates con azúcar.
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