CORREO
Las declaraciones del ex presidente Raúl Alfonsín, muestran un tremendo grado de intolerancia hacia la candidatura de Elisa Carrió. Respetamos lo que hizo por nuestro país luego de la dictadura, incluso mi acercamiento al radicalismo se debió a su figura, pero ya no es posible que maneje el partido y el sello de la Unión Cívica Radical en beneficio de algunos sectores amigos.
Con la campaña electoral en el último tramo, ex mandatario nacional calificó de "traidora" e "hipócrita" a la candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; e incluso la definió como una de las "más antirradicales que tiene el país". Los radicales respetamos lo hecho por Alfonsín en la primera etapa de su gobierno, pero el partido y la Nación necesitan un recambio de dirigentes que representen las necesidades de la ciudadanía. Si en las próximas elecciones se elige una presidenta con menos del 50 % de los votos (a diferencia de los países serios) se lo debemos a él y al Pacto de Olivos que selló en su momento con el ex presidente Carlos Menem.
Se es antirradical, cuando se arma una lista con sectores del duhaldismo residual y con un ex ministro (por Roberto Lavagna) que fue parte del actual gobierno, y al cual nunca cuestionó en profundidad. Mientras que Carrió por otro lado nos decía quién era Julio De Vido, Lavagna compartía el Gabinete nacional con él.
Somos muchos los radicales que nos sentimos identificados con los dirigentes como Elisa Carrió o Margarita Stolbizer; y el domingo 28 de octubre esto va a quedar expresado en las urnas de todo el país.
Fabián Peralta
Candidato a Diputado Nacional por la Coalición Cívica y dirigente radical de la Agrupación Moisés Lebensohn.
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