¿Olvidar qué?

Todavía algunos inundados necesitan psicólogos ante las secuelas de la inundación del 2003 y la reiteración del 2007. Y el estado, que no provee de justicia, pone algunos psicólogos. Uno de ellos, aconsejó a una inundada, el olvido. El último martes, en la marcha de las antorchas, se leyó esta respuesta: Al pedido de un psicoanalista para que olvidemos:

"Manifiesto: Cómo olvidar. Olvidar lo conocido, lo afectivo, lo cotidiano, la desesperación involuntaria, el rincón vacío, la palabra desdibujada. ¿Olvidar qué? ¿Que fuimos normales? ¿Que no teníamos dónde apoyarnos? ¿Que dejamos los relojes oxidados? ¿Que queríamos hacer lugar en un placar elástico? Olvidar las cenizas que no pude barrer, el peine que casi siempre lo llevo olvidado colgando del pelo, el tul apoyado sobre el velador, la alcancía atrapada por el barro, el caramelo guardado para la mañana, la fantasía de agrandar la cocina, el pecado mortal de 38 milímetros, la llave de la puerta del patio. Olvidar la sonrisa de la desnudez de la siesta, la propiedad privada, la costumbre de paredes secas llenas de afiches, el partido de fútbol, los comentarios, olvidar que vivía tranquilo, que la paciencia estaba construida en el trabajo, los cigarrillos en la mesita de luz. ¿Olvidar qué? ¿A los asesinos políticos? ¿A los negligentes judiciales? ¿A la policía húmeda? ¿Los helicópteros extraños? ¿La montaña de afectos arrimados a la vereda? ¿Las noches azules y frías? ¿La mirada de mi perro? ¿El desconsuelo de mi hija? ¿La mirada nunca más vista? ¿Olvidar qué? ¿Que me hicieron vivir en una inmensa cloaca? Dejen de romper las pelotas, por mas que me esfuerce, no puedo olvidar, Sr. Psicoanalista". Olvidar, ¡jamás! Otra vez, y otra vez, y otra vez... en la Plaza 25 de Mayo, para exigir Justicia y para mostrar que no olvidamos.

Marcha de Antorchas de Santa Fe

Salud

Decir que el sistema público de salud de nuestra Provincia es deficiente es sólo una parte del problema que venimos planteando en estos cinco meses de lucha. Decir también que los funcionarios a cargo de áreas de tanta responsabilidad sean incapaces tampoco es novedad para quienes como trabajadores los tenemos que tolerar como empleadores, ni para los usuarios que padecen al sistema de salud de la Provincia. Debemos empezar a decir que nada es azaroso. En esta provincia (¿habrá que seguir aclarando que es una de las más ricas del país?) se ha desarrollado un sistema de salud para muchos...Sí un sistema para muchos que fueron despojados de los derechos que consagra nuestra Constitución. Un sistema que naturaliza a una salud pública que nos enferma. La realidad del sistema: Hospitales y centros de salud con graves problemas estructurales: edificios antiguos y destruidos, falta de calefacción y ventilación adecuada. Ausencia de servicios básicos como de luz y agua potable.

Ausencia de elementos mínimos de limpieza. Ausencia de insumos básicos: Graves problemas de coordinación entre los centros de salud y los hospitales. Pésimas condiciones laborales, trabajadores precarizados y saturados de trabajo, salarios que oscilan entre los $ 900 y $1500, inexistencia de una carrera sanitaria, médicos abarrotados de turnos y enfermeros con más del doble de pacientes que los recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sergio Sarkissian

Secretario Gremial ATE Rosario