Banco Nación

Siendo un aniversario importante para muchos compañeros, en cuanto a que el mismo refleja un sentido de pertenencia y compromiso afectivo con una de las principales empresas que el Estado Argentino detenta aún en su poder. Años transcurridos dentro de nuestro querido Banco, pleno de alegrías, frustraciones, admiraciones, amistades logradas, otras perdidas, compañeros que pasaron, otros que lamentablemente perdimos para siempre, por diversas causas. Años de alegrías, años de tristeza, miedos, decepciones, en definitiva en estos cuarenta años podemos ver reflejada la historia de nuestro país por lo que iba transcurriendo de nuestras vidas internamente y dentro del Banco. Desde mi ingreso, el 10 de abril de 1967, nos damos cuenta del transcurso del tiempo, pensar que en el año 1967 aún no habíamos llegado a la Luna, en nuestro país se agitaba la resistencia a la dictadura y la proscripción del movimiento peronista, con el lejano exilio del líder. Nosotros jóvenes, ante nuestro primer trabajo y compromiso serio hacia el futuro. Con la rebeldía a cuesta, en consonancia con el "poder generacional" que empezaba a despertar y con La Balsa de Los Gatos que comenzaban a navegar y nos llevaba a todos hacia nuevos destinos. Este somero recuerdo hace más vívido el transcurso de nuestras vidas y los resultados obtenidos bajo la presencia indolente de nuestro añoso banco. Con dolor y bronca debo rechazar el acto en sí. Con dolor y bronca hoy me siento defraudado debido a una decisión inadmisible, incomprensible e inaceptable en mi actual condición de representante gremial de los compañeros bancarios. Mi dolor y bronca tienen que ver con lo ocurrido recientemente y la injusta determinación que ha afectado a 6 compañeros, que al conocerlos, me dan entidad a mis creencias de siempre, en el sentido de que lo mejor que tiene esta institución es su gente. La gente que cotidianamente reniega para que este gigante se ponga en marcha. Atrás quedaron directorios venales, directorios privatizadores, espero que el actual revea la senda de la convivencia necesaria con los trabajadores, revea aquello que ha lastimado a todos y recuperemos una armonía interna para el bien de la institución. Los cimientos de nuestro banco subsisten debido a que en realidad esos cimientos están fraguados en la identidad de todos los argentinos de bien, entre quienes nos encontramos cotidianamente "transpirando la camiseta" para que este gigante siga presente no solo en la memoria sino en el futuro de todos los argentinos, de ahí nuestro compromiso. Cuando esto pase y nos demuestren que este Directorio subsane este error que ha agredido a la mayoría de los trabajadores y colaboren con el bienestar de los trabajadores del Banco, una vez que observe que nuevamente han sido reincorporados los compañeros Berra, Benzaquen, Camuso, Marcalain, Mau y Peralta; ahí sí y con orgullo recibiré mi medalla, la de todos.

Luis Eduardo Gómez

Empleado del Banco Nación y secretario general de La Bancaria Santa Fe