Falta de ética

No haberse predispuesto para elaborar en conjunto una transición ordenada del gobierno de la Provincia de Santa Fe, minar el camino con nombramientos de última hora, jerarquizar personal en clara maniobra de "agradecimientos de lealtades", seguir haciendo propaganda de la gestión del gobierno en sus cuatro años despilfarrando dineros públicos en innecesarias tandas publicitarias, pone en duda muchas cuestiones y muestran falencias en la conducta de los actuales gobernantes. Si el Gobernador Obeid se hubiera reunido con Binner y ambos con sus respectivos equipos de colaboradores se hubieran puesto a elaborar un plan de trabajo que permitiera la continuidad de las cuestiones administrativas, acceder gradualmente al conocimiento del estado de caja por parte del área de hacienda, analizar conjuntamente el tema escalas salariales futuras evitando especulaciones sindicales y armónicamente armar un proceso de traspaso sin traumas y falsas expectativas de la población, otro sería el futuro a enfrentar. Como si estuviera en plena campaña electoral enunciar vía campaña publicitaria radial, los logros en materia de construcción de escuelas sin mencionar que faltarßn aulas para la implementación del nuevo sistema educativo (primaria y secundaria), decir que se construyeron 1800 km. de rutas y ni mencionar que no se resolvió en 24 años la unión física con Córdoba, que los caminos no ofrecen el mejor ejemplo de mantenimiento por parte de la Dirección Provincial de Vialidad es un poco tomarnos el pelo. Cualquiera que recorra las escuelas y edificios públicos, seccionales de policía, unidades carcelarias, establecimientos especiales, podrá apreciar ﷓como en Mendoza y Sarmiento﷓ la falta de mantenimiento edilicio y el deterioro de las estructuras, lo que hace que no podamos alegrarnos de que no nos hayan incrementado los impuestos, porque tarde o temprano deberemos afrontar el peso de la realidad. Todavía no tenemos el verano sobre nosotros y ya se visualizan graves problemas del suministro de agua y energía eléctrica, quedan sin resolver los anegamientos de barrios del norte de la ciudad por la falta de canalización de los arroyos Ibarlucea y Salvat y la construcción de una presa ratardadora para evitar que colapse el Ludueña, siguen los reclamos de los inundados santafesinos por el desborde del Salado y la desembocadura del Saladillo sigue siendo una pestilente y contaminada cloaca que emula al Riachuelo en Buenos Aires. Creo que las autoridades salientes no han tenido un espíritu autocrítico como para evaluar con objetividad el resultado de las elecciones y en una inexplicable muestra de soberbia siguen ignorando que la democracia se construye con todos, con aciertos y errores, con humildad y coraje para admitir equivocaciones y aceptar que las acciones realizadas son parte de las propias obligaciones para las que fueron elegidos y de las que tienen que rendir cuentas.

Angel M. Contestí