Dinosaurios

El cine ocupa un valioso lugar en el corazón de todos aquellos que tuvimos la oportunidad de gozar con él. El cine era la aventura y el deseo. Constituía un lugar de encuentro y disfrute colectivo que hoy no existe.

Entre tantos hacedores, Steven Spielberg supo asustarme con Tiburón y luego con Jurasik Park. En el cine, la gente gritaba y los pibes se tapaban la cara, presas del pánico y de la impotencia.

Cuando vi esta película con mis hijos, ya Argentina había sufrido el gobierno de los dinosaurios. Treinta mil desaparecidos hablan de un terror que Spielberg siquiera roza en su cómplice Lista de Schindler. Más aquí, unos pocos dinosaurios aún andan sueltos dispuestos a atacar a los hombres.

El ataque salvaje que un grupo de energúmenos le hiciera a Agustín Rossi, diputado electo nacional, auténtico representante de las mayorías de esta provincia, no deja lugar sino al repudio mas encendido, a la solidaridad y al grito de ¡cuidado! ¡Basta! ¡Hasta dónde piensan llegar!

Ingresé a la política por consejo de mi médico y pronto conocí a Guillermo Estévez Boero, sus escritos, sus proyectos y argumentaciones: siempre democráticos, siempre populares. ¿Qué pasa ahora con estos hombres que nos representan que no alzan sus voces en defensa de Rossi, en defensa de la estabilidad del Gobierno?

Dice el socialismo que Rossi y Reuteman son las caras de una moneda. ¡Tiene razón! Porque las caras de una moneda son antagónicas.

Reuteman sufre escraches nunca agresiones , y se los hace el pueblo, la gente común, los pobres y los humildes, los sin casa, también la humilde y digna hermana de Pocho Lepratti.

Gira la moneda y Rossi sufre ataques, escupitajos y el destrozo de su parabrisas. A Rossi lo ataca gente que puede pasar el resto de su vida sin trabajar, voluminosos propietarios de campo fértil, rentistas que muchas veces han comerciado dudosamente su cereal.

En el anverso: un plan destituyente, el enardecido o solapado hacer de los patrones históricos, de los dueños del país, de los vende patria, que despliega su fuerza física y su fuerza mediática por igual, aniquilando conciencias o comprándolas.

En el reverso: un plan económico que busca ser independiente; una marcada vocación por la restitución histórica; una estrategia continental inspirada en los libertadores suramericanos.

Ante tales instancias, reclamo un pronunciamiento inmediato en defensa de Agustín Rossi; una protesta unísona que garantice el derecho a expresarnos con dignidad y libertad.

Sergio Galarza