El mejor remedio

El mejor remedio para curar las debilidades de nuestra democracia, es la vitamina de mayor democracia y sin temor a sobredosis, porque una democracia consolidada nos permitirá crecer, distribuir mejor la riqueza, atender sin temores las necesidades de los excluidos, robustecer el mercado interno mediante un consumo generado en mejores empleos, sueldos y jubilaciones y darle fortaleza a un gobierno para que enfrente todas las amenazas.

Con una democracia consolidada podremos enfrentar a los que interfieren las comunicaciones del helicóptero presidencial, acometer los juicios a los represores, garantizar la justicia, abrir todas las investigaciones que sean necesarias de crímenes, delitos de evasiones, robos al patrimonio nacional, coimas y así como las Madres de la Plaza hicieron público el juicio ético a Martínez de Hoz, poner en ese banquillo a todos los que formaron parte del latrocinio organizado y darle el castigo que nuestra sociedad se debe como asignatura pendiente de esta amenazada democracia.

Y para eso, señora Presidenta, no deberá usted utilizar los vetos a las resoluciones de nuestro parlamento y limitar la participación de los partidos políticos nuevos en la nueva ley electoral, porque serán precisamente esos partidos los que si, se movilizarán cuando la institucionalidad del país esté en peligro.

No serán los pobres de piel oscura los que desestabilizarán nuestras instituciones, ni los que harán piquetes que amenacen con el desabastecimiento la economía nacional presionando por sus intereses corporativos, no serán los jóvenes estudiantes de nuestras vapuleadas universidades y de nuestros colegios los que pondrán en riesgo nuestras instituciones.

No serán los militantes populares que exigen libertad sindical y personería para la CTA, ni los ferroviarios en lucha por sus reivindicaciones, ni los docentes que quieren una escuela pública para todos, ni los médicos de los hospitales que reclaman por los insumos, ni los jubilados que piden el 82 por ciento quienes le complicaran su gestión señora Presidenta.

Usted sabe quienes son sus y nuestros enemigos, usted sabe que para neutralizarlos hace falta más democracia, la misma que ellos sesgaron junto a la vida de tanta gente y es por eso que deberá convocarnos a todos pero con humildad, decisión y coraje.

Angel M. Contestí