CORREO
Los invasores de alcobas y hogares están entre nosotros, en apariencia nada los distingue. Son seres que saludan a sus vecinos cordialmente, sacan los residuos en el horario fijado, cruzan por las esquinas y las sendas peatonales. Pero no por todo esto son respetuosos de las demás personas y mucho menos respetables. Las nociones de estos sujetos acerca de las libertades individuales y su pleno ejercicio es estrecha, son intolerantes. Cargados de prejuicios y dogmas consagrados por jerarquías fraileras, hacen de la persecución al prójimo distinto su emblema. La defensa de los privilegios de los poderosos se camufla de discursos autoritarios de moralina barata. Por eso son los mismos que avalan el genocidio perpetrado en la Conquista de América, los que se opusieron y oponen al laicismo de la enseñanza, a la educación sexual, a la planificación familiar, a la unión entre personas que se aman según su libre elección.
Los invasores de alcobas y hogares siempre dicen "por algo será", cuando una niña o mujer padece una violación, o ataque. Son los que estigmatizan a Romina Tejerina y miran hacia otro lado cuando se habla de trata de personas y trafico de niños.
Los invasores de alcobas y hogares deben recibir el repudio de la sociedad, por su hipocresía ancestral y pueden que queden chamuscados por las propias hogueras que encienden.
Manuel López Ocaña
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux