Vergüenza ajena

Los medios de comunicación rosarinos reflejaron los dimes y diretes por los hechos acontecidos en la última sesión del Concejo Municipal de Rosario. Se relataron las escenas de gritos y empujones protagonizados por el concejal del Bloque Encuentro por Rosario, Fernando Rosúa y el concejal del Partido Socialista y además presidente del cuerpo, Miguel Zamarini. En la citada reunión se discutía sobre la necesidad de investigar el funcionamiento del corralón municipal habida cuenta de las situaciones por todos conocidas. Demás esta decir que consideramos imprescindible dar con los responsables de los hechos delictivos que se dieron en el lugar que es sostenido por todos los contribuyentes.

Lo que me convoca a escribir estas líneas es transmitir la sensación de desagrado y vergüenza ajena por el comportamiento de quienes fueron elegidos para debatir ordenanzas municipales que mejoren la calidad de vida de mujeres y varones de la ciudad.

Gritos, insultos, empujones, suspensión de la sesión, en lugar de debatir en profundidad iniciativas que aporten a construir una ciudad sin exclusión, no hacen más que distanciar a la sociedad de los espacios de debate y representación política. Quienes fueron parte de este altercado tienen que recordar que hace nueve años, en diciembre, la ciudadanía expresaba su repudio a la clase política en su conjunto y que costó y cuesta aún instalar en la sociedad la idea de que una forma de terminar con las desigualdades es la organización y la participación política.

Cuando se vuelve a escuchar que en el Congreso de la Nación podrían haberse llevado adelante presiones a diputadas o diputados para que tengan determinada actitud y vemos que en Concejo rosarino se levanta la sesión por escenas como la que antes describimos, se refuerza la urgencia de terminar con las prácticas que instalaron los partidos tradicionales.

Hay que convertir los espacios deliberativos en ámbitos de discusión profunda sobre las problemáticas que aún sufren miles de ciudadanos como la pobreza, el acceso a la salud, la recuperación de la cultura, el mejoramiento del transporte público, la igualdad de derechos para varones y mujeres, entre otros importantes temas.

Se hace necesario entonces renovar la política.

Gabriela Sosa

Movimiento Libres del Sur en Proyecto Sur