Lágrimas de cocodrilo

A pocos días del cierre de listas para las elecciones primarias con vistas a las futuras elecciones generales en la provincia de Santa Fe algunos que han quedado excluidos andan desparramando sus lágrimas de cocodrilos por doquier.

La irrupción de Reutemann en el escenario político en Santa Fe fue como cuando los paracaidistas franceses se tiraban desde algo más de 50 metros de altura para aliviar a las fuerzas invasoras francesas en la guerra de Indochina que los invasores coloniales franceses finalmente perdieron.

Reutemann y sus amanuenses siempre ganaron las elecciones en base a la tramposa ley de Lemas repudiada por la mayoría de los santafesinos y de allí en adelante siguieron con ese sistema que los beneficiaba. Hoy día, para bien, las cosas han cambiado pues cada ciudadano de Santa Fe tiene la oportunidad de elegir al candidato que le de en gana. Pero antes de andar llorando con lágrimas de cocodrilo Obeid, sobre todo, y Reutemann deberían admitir que durante su gobierno al frente de la provincia cerraron las unidades básicas, anularon el adoctrinamiento ideológico, destruyeron cuadros completos valiosos de militantes, no dejaron lugar a que surjan nuevas figuras e inmovilizaron al mismo por puro egoísmo a tal punto que por ir divididos los candidatos de peronismo perdieron la intendencia de la ciudad capital y la gobernación de Santa Fe.

Habrán creído que estaban recubiertos de una aureola de poder celestial. El peronismo siempre fue la antítesis del liberalismo. Entonces ¿En qué quedamos?

Ricardo Carreño