Kirchner

Un día de mayo de 2004, luego de reiterados pedidos ante la justicia federal de Rosario, solicitando la reapertura con contenido punitivo de las causas sobre el accionar del terrorismo de estado en nuestra zona, sin éxito, el entonces presidente de la nación, Néstor Kirchner, nos concedió una audiencia de 15 minutos.

Partimos entonces un grupo de representantes de organismos de derechos humanos de Rosario y algunos abogados a plantear nuestros problemas ante el presidente impulsor de la ley de nulidad de las leyes de impunidad. Queríamos reabrir la causa Feced.

Cuando llegamos nos recibió un hombre sencillo, que nos escuchó con muchísima atención. Los 15 minutos se transformaron en horas. El presidente convocó a Esteban Righi, Procurador General de la Nación, pues, respetuoso de la división de poderes, no quería que nos volviéramos con las manos vacías.

Juntando fuerzas planteamos ante el procurador las demoras inexplicables, las ganas de trabajar, de impulsar todas y cada una de las querellas que intentábamos presentar.

Volvimos a Rosario esperanzados, sorprendidos, atisbando apenas todo lo que vendría después.

Al otro día, la causa Feced era reabierta con plenos efectos penales. La ley de nulidad era declarada constitucional por la justicia federal rosarina y como contrapartida inconstitucionales las vergonzosas leyes de impunidad.

Transcurridos 7 años de ese encuentro estamos esperando la sentencia en la causa Díaz Bessone, la primera elevación parcial de la causa Feced.

Vaya mi modesto homenaje a ese presidente democrático que sumó su decisión política a la lucha de los organismos de Derechos Humanos y el valor de los sobrevivientes e hizo posible los juicios históricos que el mundo entero presencia admirado.

Gabriela Durruty

Abogada de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Rosario