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Adicciones
Ante cada nueva gestión de gobierno las ONGs pareciera que entramos en un período de prueba y susceptibilidades, como si tuviéramos que volver sobre nuestros pasos y manifestar una y otra vez nuestras credenciales.
Para aquellos que estamos frente a una institución desde hace más de veinticinco años sabemos de qué se trata. Nueva gestión, nuevos dirigentes, nuevo plan, nueva estrategia.
Seria interesante que se pudiera evaluar seriamente lo que se ha hecho correctamente y con buenos resultados. Y es el caso del área de adicciones que funcionó durante la gestión de Hermes Binner dentro del Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Luis Candiotti.
Al margen de diferentes aspectos técnicos y operativos, creo que se pensó la problemática de la drogadependencia desde un lugar solidario y responsable, consultando a aquellos que venimos trabajando y formando conceptos desde hace muchos años, para luego llevarlos a la práctica.
Pues eso es lo que las ONGs hacemos en lo cotidiano, poner el cuerpo desde lo vocacional, teniendo equipos interdisciplinarios capacitados, conociendo el campo, a sus protagonistas, reconociendo a esos niños, adolescentes y familias ultrajadas por el contexto social, llevando respuestas practicas y sofisticadas a la vez.
Creo que el estado provincial, al margen de la nueva ley de salud mental, que más bien viene a complementar una tarea que venimos realizando hace décadas, debería convocar a las ONGs a esta nueva gestión como lo hicieran en la anterior, pensar la problemática juntos.
Obviar recursos capacitados frente al desafío crucial que nos enfrenta sería egoísta. No nos olvidemos que ante la ausencia del estado frente a esta problemática social, fuimos las Comunidades Terapéuticas, desde lo humano y lo profesional quienes estuvimos en la "cancha".
Esperamos un cambio de actitud de los nuevos dirigentes del gobierno de Antonio Bonfatti, quien conoce de primera mano el trabajo que venimos realizando.
Cuando se piensa y se unifican criterios de trabajo entre el estado y las ONGs la gente tiene chances de mejorar su calidad de vida, ese puente entre lo privado y lo gubernamental es esencial para unir distancias donde reina el desdén, la violencia, el olvido y la desidia.
Osvaldo S. Marrochi
Presidente Fundación Esperanza de Vida.
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