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Fervor que permanece

El reciente hallazgo en Gerena (España) de fosas que contienen los restos de mujeres fusiladas durante el franquismo, por ser militantes revolucionarias o bien republicanas opositoras al bando fascista que tomó el poder en la península ibérica luego de la cruenta guerra civil (1936﷓1939), pone en evidencia lo que se denuncia desde hace décadas.

Permanecen aun impunes los crímenes de la sanguinaria dictadura militar﷓clerical﷓burguesa (1939﷓1975), la cual se estableció al cabo de una lucha desigual, donde los partidarios de Franco, Mola, Yague, Queipo de Llano y demás contaban con el activo apoyo del eje Roma-Berlín, es decir de Mussolini y Hitler, del Vaticano (a excepción de los sacerdotes republicanos como Iñaki de Aspiazu y otros), y los gobiernos occidentales a excepción de México.

El hallazgo de las fosas de Gerena muestra que los fusilamientos masivos eran moneda corriente durante la guerra civil y la posguerra española. Este macabro encuentro con las mujeres víctimas, humilladas, torturadas y aniquiladas por sus acciones solidarias y sus convicciones socialistas y libertarias se da en coincidencia con un nuevo aniversario del asesinato de Rosa Luxemburgo en Berlín en 1919, luego del fracaso de la insurrección Espartaquista, durante la breve República de Weimar.

En efecto, Rosa Luxemburgo fue asesinada y arrojado su cuerpo a un canal. En esas jornadas mataron también a Karl Liebneck, Kurt Eisner y el 2 de mayo de 1919 al anarquista Gustav Landauer. El filósofo Walter Benjamin señaló con acierto que para comprender la historia social es preciso analizarla a contrapelo para indagar en el pasado las claves del presente y el futuro.

Es por eso que muchas de las injusticias del presente que evidencian las miserias que continúa provocando el capitalismo en diversas latitudes con guerras, matanzas y expoliación hay que rastrearlas en acontecimientos silenciados desde los macropoderes.

Memoria activa contra el olvido e impulso para transformar la sociedad.

Carlos A. Solero

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