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Cincuenta vidas

Hablando por algunos medios radiales que me llamaron para pedir opinión sobre el accidente de Once, le anticipé a mi esposa que el centimetraje de cobertura gráfica de la tragedia se reduciría gradualmente hasta pasar del primero al segundo, tercero o quinto lugar de la información y en directa relación al resultado de los partidos de fútbol de la semana.

Mientras tanto el drama de las más de cincuenta familias de los que han perdido la vida se sumará, su sumará a la de los accidentados heridos de cuyas secuelas, incapacidades físicas, psicológicas poco se hablará, se hará y resolverá.

Gente joven que ha perdido extremidades, reducido movilidades o traumatizado su actividad cotidiana por el impacto recibido, constituye la otra parte de los daños inferidos al pasaje de este tren de TBA, empresa que no puede seguir prestando sus servicios y no solamente debe ser intervenida sino sacada de todo registro que le permita participar de licitación alguna del futuro.

La investigación de las causas creo que las tenemos claras. El "patrón dinero" marca la actual tendencia de nuestras licitaciones ﷓no solamente ferroviarias﷓ y la corrupción es la más responsable de la falta de controles. Si lo procesos licitatorios fueran transparentes, existiera la libertad de acceso a la información pública y el Estado ejerciera su rol de regulación y control como corresponde, gran parte de estos problemas ni siquiera se hubieran producido.

La dirigencia empresarial, hoy constituida por parte de la cómplice dirigencia gremial de Fraternidad y Unión Ferroviaria, tiene responsabilidad compartida en este siniestro y sus causas y tengamos presente que ese mismo día, siguieron saliendo trenes con las mismas deficiencias de mantenimiento y el usuario, a falta de opciones debió afrontar el peligro de seguir viajando en esas condiciones.

Para los que en 1992, vivaban las privatizaciones del "ramal que para, ramal que cierra" y que aplaudieron conspicuos dirigentes empresariales, sindicales y políticos junto a vendidos referentes del periodismo vernáculo, deslumbrados por el neoliberalismo ¿qué pueden decir hoy de las cualidades del modelo propuesto y sus resultados?

Peronistas, radicales, socialistas, comunistas, macristas u otros, no hay tiempo para reproches o autocríticas, y el país está en emergencia. Hagamos frente a la misma con un mínimo atisbo de patriotismo y en el año del bicentenario de la creación de nuestra bandera, dejemos de lados diferencias para ponernos a trabajar por la reconstrucción de nuestros FF.CC.

Angel M. Contestí