Deseos

"Mirar con ojos nuevos", así se llamó la bandera que la seño Ana, de plástica, hizo con los/as alumnos/as de séptimo, promoción 2011, de nuestra escuela. Esta bandera fue hecha con la intención de que estos/as alumnos/as la llevaran como símbolo de identificación al viaje que realizaron en febrero de 2011 a Embalse Río Tercero por Turismo Social de la Nación.

Pero me quiero detener en la frase y reflexionar sobre el abanico de significaciones que tiene para mí. Reflexión a la que quiero invitar a aquellos que a veces en forma ligera, nos ponen a los docentes en un lugar de des﷓precio o menos﷓precio. Seguramente, a muchos nos pasa, que a veces nuestros/as alumnos/as nos miran esperanzadamente, queriendo que nos convirtamos en los/as capitanes/as de su barco, anclado hace tiempo en el puerto de los/as olvidados/as.

Y quizás algunos/as compañeros/as docentes se han podido mirar como los héroes o las heroínas dispuestos/as a conducir ese barco lejos del puerto de los/as olvidados/as hacia "los mares del deseo". Un lugar al que tienen escasas o nulas posibilidades de llegar.

En la vida, como en los cuentos, esos héroes y heroínas, encuentran otros/as personajes, dispuestos/as a ayudarlos/as a enfrentar monstruos de varias cabezas de poco cerebro, o sirenas con cantos mentirosos que intentan desviar el barco.

Pero como en la vida, los/as que habitan las cercanías del puerto de los/as olvidados/as, cuando logran llegar a esos mares y pueden "ver" que sus deseos se materializan, como lograr un empleo, tener un salario digno, una vivienda propia, una carrera o como sucede en nuestra historia un viaje para conocer otros horizontes, otros paisajes. Comienzan a mirar﷓se diferente y se permiten pensar﷓se distinto, pensarse con otras posibilidades, logradas por su propio esfuerzo y el de otros/as. Porque el deseo se hace cuerpo en cada uno y en todos/as los/as que son parte.

Y podemos aprender que los/as capitanes/as de un barco, siempre necesitamos de esos/as otros/as que izan o no las velas con vos, según sople el viento.

La comunidad educativa de esta escuela hace unos años que logramos que nuestros alumnos disfruten de la posibilidad del viaje, posibilidad que otros pueden lograr por su condición socio﷓económica.

No lo logramos solos, por eso agradecemos a nuestra querida Noemí Galuccio, a todos los legisladores, concejales, funcionarios, proveedores y otros/as que pusieron su cuota de solidaridad.

Teresa Fornes

Docente de la Escuela 299 Ceferino Namuncurá