Secretos del Poder

Las intrigas y los juegos de poder son constitutivos de ciertas estructuras de dominación. La historia registra desde la antigüedad conspiraciones pergeñadas por los más cercanos al poderoso que están dispuestos a la obsecuencia, pero también a la perfidia y la traición.

El ejercicio del poder, sobre todo el omnímodo y "monárquico", por ejemplo el jefe de una institución dogmática, partido único o iglesia, requiere de un cuidadoso manejo en la circulación de la información.

Esto implica que el jerarca está rodeado permanentemente de un séquito de incondicionales que lo sirven y obedecen con devoción y unción, además de una cohorte de espías, dispuestos a fisgonear hasta el último rincón del universo para satisfacer las exigencias del "supremo".

La reciente eyección de dos altos funcionarios en el Estado Vaticano, dejaron traslucir las feroces disputas por el ejerció efectivo del poder en una de las más antiguas sedes de Occidente.

En efecto, a las denuncias hechas en diversos países del mundo por abusos, maltrato de niños y niñas y hasta las perversas prácticas de pedófilos, se suma ahora la exigencia de renuncia a la máxima autoridad del Banco Vaticano y del Mayordomo de Benedicto XVI, más conocido como Joseph Ratzinger. En el caso del asistente papal mencionado se lo acusa de haber filtrado secretos muy secretos.

A la "máxima autoridad espiritual de Occidente" no lo conmueve el padecimiento de los niños y niñas abusados, pero si que sus supuestos acólitos conspiren y difundan informaciones, le genera furia e inquietud que los medios de comunicación divulguen las intrigas, las maniobras y triquiñuelas. Más de dos milenios de historia nos confirman que en este caso, poco hay nuevo bajo el sol. Leamos a Dante Alighieri, a Maquiavelo y encontraremos en sus obras clásicas, La Divina Comedia o El Príncipe, muchas de las claves de qué está aconteciendo.

Manuel López Ocaña