El desprecio a la vejez

El 28 de febrero mi abuela se cayó en su casa y se quebró la pierna. Del servicio médico que vino a atenderla no se puede reprochar nada, pues apenas la vio se dio cuenta de que estaba quebrada y que necesitaba un traslado. Y ahí empezó un infierno que se extiende hasta hoy

Dos horas tuvimos que esperar en plena madrugada a que viniera la ambulancia. Dos horas, 120 minutos ¿Y por qué? Porque tenían que esperar a que llegara un patrullero que escoltara la ambulancia ¿Cómo es posible que entre las seis y las ocho de la madrugada de un sábado no haya un solo patrullero disponible? ¿Dónde estaban? ¿En qué estaban ocupados? En el diario del día siguiente no se registró ningún mega operativo que pueda justificar dicha ausencia

Quiero que el gobernador o el jefe de seguridad me expliquen a mí y a todos los ciudadanos por qué sale a decir que en la ciudad sobran patrulleros cuando estuvimos dos horas de reloj o más esperando por uno ¿Qué estaban haciendo los efectivos que fuera tan importante? Después para las elecciones, tenemos promesas para tirar al techo, ¿no? Pero se ve que a la policía le falta ordenar sus prioridades ¿Cuándo será el día que las fuerzas de seguridad se encarguen de los ciudadanos que los necesitamos en vez de ocuparse de sus negocios particulares?

Una vez internada mi aguela, los problemas no cesaron. Como bien dije al comienzo, pasaron más de 14 días en los que los médicos se cansaron de solicitar la prótesis que necesitaba a Pami. Y se ve que Pami tiene severos problemas de audición, demasiados inconvenientes burocráticos o un grave problema de prioridades porque tardó demasiado en enviar una simple prótesis.

Sin embargo, con Pami, uno nunca se cansa de renegar. En pleno quirófano, ya anestesiada mi abuela, cuando estaban por operarla, los médicos se encuentran con que la prótesis está incompleta. Sí, así como lo lee, no enviaron todos los elementos necesarios y la tan ansiada operación debió suspenderse. Parece una película cómica pero no lo es, es la triste realidad a la que nos someten.

Sinceramente espero que el responsable sea desplazado por inepto ¡No se puede joder así con una mujer de 75 años! ¡No pueden faltarnos el respeto de esa manera!

Ariadna Navone Sarubbi